Carnaval es una celebración importante en diferentes lugares del mundo. Pero más allá de los pueblos y ciudades que tradicionalmente se han jactado de ser el centro de los festejos del carnaval en el Viejo Mundo hace ya muchos años que otra región del planeta ha ganado la consideración mundial convirtiéndose en el centro de atención durante el desarrollo de esa festividad.
Ya sea por su clima tropical, por la alegría y ritmo de su gente, por la tendencia cultural a ser hospitalarios o por una combinación de todas estas cosas, Latinoamérica y el Caribe son regiones conocidas por tener los festivales de Carnaval más grandes y famosos del mundo entero.
Las culturas y las tradiciones varían a lo largo de toda América latina y el Caribe, cada ciudad da vida a una experiencia de Carnaval única con trajes, canciones alegres, bailes y mucho más.
Para el viajero que busca escapar del cansancio de la ciudad y quiere un lugar un poco más colorido, con intención de mover las caderas o simplemente busca tachar otro destino/experiencia en su lista, Airbnb confeccionó una lista con distintas alternativas para una experiencia única de Carnaval.
1. Río de Janeiro, Brasil
El Carnaval de Río de Janeiro es considerado el más grande y popular del mundo, recibe a millones de participantes cada día. Los brasileños y espectadores de todo el mundo caminan con coloridos trajes por la ciudad del 5 al 10 de febrero en busca de los mejores pasos de baile y las escuelas de samba más importantes durante el desfile en el Sambodromo.
2. Salvador de Bahía, Brasil
Mientras que Río es la ciudad más reconocida por tener la celebración más famosa, el Carnaval de Salvador es por lejos la fiesta callejera más grande del mundo. Millones de personas visitan la ciudad brasileña para simplemente “danzar” al ritmo de la original música bahiense samba da roda y disfrutar en las calles mientras siguen a las bandas musicales y los espectaculares desfiles.
3. Barranquilla, Colombia
El Carnaval de Barranquilla es la celebración folclórica más importante de Colombia y es también considerado uno de los más grandes del mundo. Mientras los brasileños se mueven al ritmo de la samba, a los colombianos les gusta moverse al son de su amada cumbia. Durante cuatro días la ciudad recibe visitantes de todo el mundo que se reúnen para disfrutar de las danzas callejeras, musicales y desfiles.
Este Carnaval anual, fue catalogado como “el Carnaval más representativo del Caribe” y es también reconocido por la UNESCO como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Como dicen los colombianos: “Quien lo vive, es quien lo goza”.
4. Aruba
El Carnaval es la fiesta más grande del año en la isla. Esta celebración dura un mes e incluye alegres fiestas callejeras conocidas como “jump-ups”, desfiles, la mejor calypso y costumbres extravagantes. Bajo el sol ardiente, todos bailan a lo largo de las rutas de los “Grandes Desfiles”. Las coloridas carrozas que vienen de todas formas y tamaños ruedan por las calles de la isla al ritmo de la música durante el día y la noche.
5. Curaçao
Justo cuando un mes empezaba a parecer mucho tiempo descubrimos que las festividades en Curaçao duran dos meses. Comenzando el primer día de Cuaresma, el 10 de febrero, y terminando la última semana de Pascua, el 30 de abril. Como es de esperar esta es la celebración más popular y larga de la isla. Los viajeros pueden unirse en cualquier momento como espectadores al costado de la ruta o como participantes marchando o bailando en alguno de los numerosos grupos de Carnaval que tocan la típica Tumba, un estilo único de la Antillas Holandesas.
6. Quebrada de Humahuaca, Jujuy, Argentina
En Argentina, el Carnaval más tradicional, es el que se celebra en el colorido escenario de la Quebrada de Humahuaca y para quienes deciden quedarse en el país a celebrar este destino es una excelente opción. El rito local, encuentra su riqueza en la fusión de los festejos de la pachamama típicos de los primeros pobladores del lugar y las costumbres españolas. La celebración comienza el sábado anterior al fin de semana de Carnaval, cuando grupos de comparsas llegan a las laderas de los cerros que rodean los pueblos para desenterrar al diablo o Pujllay, que fueron enterrados al finalizar el Carnaval del año anterior. Los Carnavaleros entonces llenan las calles de los barrios, con sus coloridos trajes y la música de sus tambores.
La fiesta dura hasta el domingo de Carnaval, cuando se vuelve a enterrar al diablo, con las mismas comparsas y en el mismo lugar donde empezó el festejo, se entierra al muñeco con ofrendas (cigarrillos, hojas de coca, alcohol) y con bombas de estruendo se da por finalizado el Carnaval.