Salir de viaje es una de las experiencias más reconfortantes que podemos vivir. Nos predisponemos a disfrutar de unas vacaciones, con descanso, aventuras, relax y con muchas cosas nuevas por experimentar.
Pero si bien todo parece listo para ser felices, algunas situaciones por las que pasamos cuando salimos de viaje pueden confundirnos, incomodarnos y hasta dejarnos tan molestos que nos arruinen una buena parte del trayecto.
Para que esto no nos tome desprevenidos te dejamos algunos consejos útiles:
1 – Moverse demasiado rápido
Hay una entendible tentación por parte de un viajero de querer recorrer y caminar por la mayor cantidad de sitios y calles posibles. Considerando, de modo erróneo, que “no sabemos si habrá otra oportunidad” de viajar, uno pretende sacarle el jugo a cada minuto considerando que eso significa exclusivamente una agenda cargada de lugares históricos donde tomar una fotografía que luego pueda ser digna de ser mostrada.
Lo cierto es que al regresar a casa, los recuerdos de los días comienzan a mezclarse y uno se arrepiente de no haberse quedado un rato más sentado en esa plaza mientras el sol caía en una hermosa y plácida tarde primaveral de Roma.
Conocer un lugar no significa ir rápido a ver cada monumento, sino por el contrario, detenerse a mirarlo y a disfrutarlo. Sólo así podremos recordar que estuvimos allí.
Bajemos la velocidad. Disfrutemos de cada momento, de cada lugar, de cada paisaje, de cada historia. Llegar a conocer uno o dos lugares está muy bien en lugar de tomar una pequeña instantánea de 10 sitios a kilómetros de distancia uno de otro. Hay tiempo para ver el resto del mundo en el próximo viaje.
2 - Pensar que se necesita una larga estancia
La cantidad de información, mucha redundante, sobre la cantidad de cosas que podemos (y debemos) conocer en una ciudad nos hace pensar erróneamente que si no disponemos de un mes entero no podremos viajar por Europa o si no contamos con dos meses no podremos hacer ese recorrido tan ansiado por Sudamérica.
Nuevamente debemos considerar que no hace falta conocer todo hoy, sino pasar buenos momentos viajando. Si tenemos una semana podemos ir a un destino y quedarnos allí. 8 días en Nueva York bien merece un viaje de 12 horas en avión sin necesidad de ir a otra ciudad. Y si tenemos 15 días podemos recorrer el sur o el norte de España o Italia en auto.
3 - Llevar mucho equipaje
Los consejos sobre el cuidado de no sobrepasarse de peso en las valijas que vamos a despachar abundan. Pero lo cierto es que más allá de los costos del sobrepeso, cargar una o más maletas pesadas no es nada divertido y hasta puede arruinarnos parte del viaje si nos descuidamos. Cargar en trenes, aviones, autos o colectivos todo ese peso extra es demasiado molesto.
Lo ideal es llevar lo mínimo de ropa posible. Ya hoy en día podemos disponer de servicios de lavandería en cualquier alojamiento o en cualquier ciudad. Puede resultarnos un tanto engorroso si no hablamos el idioma entender cómo es el sistema en cada país. Pero siempre hay alguien dispuesto a explicarnos y lo que parecía imposible se resuelve en menos de 5 minutos.
Cuando estamos viajando no necesitamos un conjunto nuevo de ropa cada día. Solo hace falta vestirse con ropas adecuadas para cada situación
4 – Tener todo el viaje programado al detalle
Un viaje no comienza cuando subimos al transporte que nos llevará a destino, sino que se inicia cuando decidimos hacerlo. A los viajeros generalmente nos encanta pasar un buen rato buscando el mejor lugar para alojarnos, cuáles son los lugares escondidos que podemos conocer, los secretos y sitios fabulosos que no podemos dejar de visitar, los restaurantes a los cuales debemos ir. Todo lo que queremos conocer y disfrutar.
El problema viene cuando se sobre-planifica el viaje y comenzamos el bloqueo de todas las vacaciones con antelación, no dejando ningún espacio para aquellos momentos fortuitos que inevitablemente suceden y cambian todo el viaje.
Es bueno tener un par de cosas reservadas en la agenda. Pero es fundamental dejar tiempo para simplemente descubrir lo que una ciudad esconde
5 - Hacer lo que las guías dicen que hay que hacer
Ya sea por comodidad o por temor, muchos caemos en la tentación de conseguirnos guías de turismo para que nos expliquen lo que debemos conocer. Es muy bueno en determinados lugares contratar un servicio extra para que nos cuenten en detalle lo que estamos viendo pero en este tipo de "viaje por guía" la trampa en la que podemos caer es en la de tomar sus recomendaciones como órdenes.
Se dice que uno debe ver la galería de arte, por lo que uno va a la galería de arte. Se dice que debe conocer un castillo, por lo que allá vamos al castillo. Incluso si a uno no le interesan en lo más mínimo las galerías de arte, o los castillos. El truco para un buen viaje es sólo hacer y ver las cosas que realmente nos interesan.