
Liberland, el país más nuevo del mundo, es un territorio de aproximadamente seis kilómetros cuadrados entre Serbia y Croacia. Fue fundado en abril de 2015 por el checo Vit Jedlicka en seis kilómetros cuadrados de "tierra de nadie" entre Croacia y Serbia, en la mitad de Europa. Entre las reglas para los futuros ciudadanos está no ser comunista y no ser nazi. Casi 800.000 personas han solicitado ciudadanía.
Liberland se presenta como una república que promueve la mínima intervención estatal, impuestos voluntarios y respeto a la propiedad privada, con una filosofía inspirada en la libertad individual y la meritocracia. Es algo así como el sueño dorado del presidente argentino Javier Milei, un economista que se define como anarcocapitalista y llegó a conducir el país desde afuera de la política, con un gran respaldo popular.

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Qué es Liberland y dónde queda
El pequeño país se ha formado a partir de lo que surgió como una suerte de broma gastada por el actual presidente y fundador, el ex ciudadano checo Vit Jedlicka, que decidió instalarse en un pequeño territorio sin reclamar como forma de protesta política.
Todo comenzó cuando Jedlicka publicó su idea y ganó enorme apoyo, algo que terminó generando que el nuevo país cuente con una bandera, un escudo y un lema: “Vive y deja vivir”. Además, tiene una página en redes, varias cuentas de twitter y un sitio web.

"Quería fundar un país distinto: donde se vivieran todas las libertades, fuera del alcance de las fuerzas políticas. Existe en otras partes del mundo, como Singapur o Hong Kong, pero no en el centro de Europa", comentó Vit Jedlicka a los medio europeos.
Con ese objetivo, se puso a buscar un sitio adecuado y lo encontró en la antigua Yugoslavia, despedazada en los años 90 por un conflicto feroz que volvió a redefinir el mapa. En ese marco, tras la separación de los países y respectiva repartición de territorios, quedaron seis kilómetros cuadrados que nadie reclamó.

Terra nullius: tierra de nadie
Ese "pedacito" de tierra, de unos 7 kilómetros cuadrados, quedó huérfano, sin propietarios y sin Estado ni gobierno alguno que guíe su destino. Como no fue reclamado oficialmente por ninguno de los países, Jedlička lo declaró un nuevo país basado en principios libertarios.
Gornja Siga, como se llama el lugar, está situado específicamente en la frontera entre Serbia y Croacia -dos de los seis países que quedaron tras la disolución-. No está dentro de sus territorios ni en el del vecino Hungría.
Es, literalmente, "terra nullius" (tierra de nadie). Y fue en ese pequeño espacio de mundo donde Vit Jedlicka fundó hace ya 9 años la República de Liberland.

Un experimento (que quiere ser país)
A pesar de no ser reconocido oficialmente como Estado soberano según los criterios internacionales (territorio, población, gobierno y capacidad diplomática), Liberland ha ganado atención mundial como un experimento político y social que busca crear una sociedad basada en libertades extremas y nuevas tecnologías, incluso desarrollando presencia en el metaverso.
Aunque cuenta con casi 800 mil solicitudes de ciudadanía y un gobierno provisional encabezado por su fundador, su reconocimiento internacional es muy limitado y enfrenta rechazo y restricciones por parte de Croacia y Serbia, que administran y controlan la zona.

Un reportaje que publicó la BBC sobre el nuevo país explica que Jedlicka cumplió con los requisitos para fundar un país. Reclamó la posesión de la tierra, enclavó una bandera y formó un gobierno: es más, fue elegido presidente con los votos de su pareja y el amigo de infancia que lo había acompañado en el viaje.
El problema es que sus nuevos vecinos no se pusieron tan contentos: el gobierno de Croacia calificó la fundación de Liberland como un "chiste" y Serbia afirmó que lo que había hecho Jedlicka era un "acto de frivolidad".
"Una cosa es lo que dicen, otra es lo que hacen. Estamos en un intenso diálogo con ellos para que reconozcan nuestro reclamo", dijo Jedlicka. "Por ejemplo, Croacia ya dispuso en los límites con Liberland una serie de efectivos de la policía para que nadie pase desde su país hacia nuestro territorio", añadió.
Su aspiración no se concentra en los alrededores. Desde hace años lleva adelante una fuerte campaña "diplomática" para que Liberland sea reconocido como un nuevo país. "Hemos tenido diálogo con al menos 20 países que están dispuestos a reconocer nuestra soberanía. Pero tenemos que crear una logística propia de un Estado", comentó.

Leyes, constitución y blockchain
Toda la organización administrativa de Liberland está sistematizada en Blockchain, una tecnología que en los últimos años ha transformado muchos sectores, especialmente el financiero, al introducir una forma descentralizada, transparente y segura de gestionar datos y transacciones.
La Constitución de Liberland es breve y se centra en cuatro capítulos que establecen principios fundamentales, instituciones políticas, derechos individuales y disposiciones finales.
El principio fundamental es el Principio de No Agresión, que prohíbe cualquier tipo de robo o agresión, garantizando la soberanía individual sobre el cuerpo, la mente y la propiedad privada.

No existen impuestos obligatorios; la financiación del Estado depende de contribuciones voluntarias para servicios o proyectos específicos.
El sistema judicial es privado y basado en arbitraje, similar al derecho mercantil tradicional, donde las sentencias privadas se respetan sin intervención estatal coercitiva.
Ciudadanía y participación
La ciudadanía se otorga a quienes alcanzan un determinado nivel de méritos o mediante contribuciones económicas, y permite participar en los procesos políticos y electorales.
Existe también la opción de residencia electrónica, que permite registrar empresas y participar en la economía digital de Liberland.
Por qué Liberland no es reconocido oficialmente como país
Liberland no es reconocido oficialmente como país por varias razones fundamentales relacionadas con el derecho internacional y la política regional:
- Disputa territorial: El territorio donde se ubica Liberland, conocido como Gornja Siga, está en disputa entre Croacia y Serbia desde la desintegración de Yugoslavia. Ninguno de los dos países reconoce que sea "tierra de nadie" (terra nullius) y ambos consideran que, tras un arbitraje internacional, el área debe pertenecer a uno de ellos, no a un tercero como Liberland.
- Falta de reconocimiento internacional: Hasta ahora, ningún Estado miembro de la ONU reconoce a Liberland como país independiente. Algunos territorios no reconocidos, como Somalilandia, han firmado acuerdos, pero esto no tiene peso en la comunidad internacional. Incluso intentos de establecer relaciones con ciudades o países han sido revocados al comprobar que Liberland no cumple los requisitos de un Estado soberano.
- Acceso y control efectivo: Croacia administra y controla el acceso al territorio, impidiendo que Liberland establezca una población residente estable o infraestructura propia. Las autoridades croatas han detenido a los fundadores y bloquean cualquier intento de asentamiento, lo que impide el ejercicio efectivo de gobierno sobre el área.
- Criterios de la Convención de Montevideo: Para ser considerado un Estado según el derecho internacional, se requieren cuatro elementos: territorio definido, población permanente, gobierno efectivo y capacidad de relacionarse con otros Estados. Liberland carece de población residente real, control efectivo del territorio y reconocimiento diplomático, por lo que no cumple estos criterios.
- Percepción internacional: Los gobiernos de Croacia y Serbia han calificado la iniciativa como una "broma" o un "acto de frivolidad", restándole seriedad y legitimidad ante la comunidad internacional.

En resumen, Liberland no es reconocido oficialmente como país porque su territorio está en disputa, carece de control efectivo y población permanente, no cumple los requisitos legales internacionales y no cuenta con reconocimiento de otros Estados soberanos.
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