Desde la distancia, el lago Hillier del archipiélago de La Recherche de Australia puede confundir a un viajero desprevenido que no sabe lo que va a ver. Su imponente color rosa puede parecer cualquier cosa artificial menos una masa natural de agua. Si uno se acerca más el color pierde su potencia saturada y adquiere una calidad más acuosa y translúcida, aunque permanece inconfundiblemente rosado.
Mientras que las causas detrás de la coloración inusual de otros lagos rosados, tales como el cercano Lago Pink o el Lago Retba de Senegal han sido explicadas y confirmadas definitivamente por la ciencia, la razón del color del lago Hillier sigue siendo un misterio.
Las teorías abundan, por supuesto. Algunos especulan que el color del lago Hillier, al igual que el de los otros lagos, es el resultado de la alta salinidad combinada con la presencia de una especie de algas salinas, conocida como Dunaliella salina y con bacterias rosadas conocidas como halobacterias. A diferencia de otros lagos rosados, sin embargo, que regularmente cambian de color de acuerdo con las fluctuaciones de temperatura, el Lago Hillier mantiene su sombra rosada durante todo el año. Inclusive, el agua conserva su color rosa cuando se embotella.
Cualquiera que sea la causa, el agua no parece representar ningún peligro para los seres humanos. La natación en él no es posible de todos modos ya que la isla se utiliza solamente para propósitos de investigación y los turistas pueden admirarla solamente de arriba en paseos del helicóptero.
La longitud del lago es de unos seiscientos metros aproximadamente y está rodeado por un borde de arena y un bosque denso de melaleuca y eucaliptos con una estrecha franja de dunas de arena al norte, cubiertas por vegetación, que lo separa del Océano Antártico.