Para los viajeros en general, República Checa es Praga y luego a seguir camino. Praga es sin duda una de las ciudades más bellas del centro de Europa y un imprescindible para visitar a lo largo de la vida de cualquier viajero. Pero la República Checa tiene otras maravillas para visitar, como lo es Karlovy Vary.
Lee también: Recorrer Praga en 3 días
Hay que saber entonces que la República Checa ofrece muchos más sitios para visitar y no sólo su capital. Existen muchos pueblos alrededor que vale la pena conocer y hoy te contaremos sobre Karlovy Vary, ciudad balnearia entre bosques, que durante siglos atrajo a figuras como Beethoven, Goethe y Freud gracias al valor sencillo y puro de sus aguas.
Lee también: El Castillo de Praga: pacífico centinela de la ciudad
Se la conoce también como Karlsbad o Termas de Carlos, pues en 1.358 un perro de caza del emperador checo Carlos IV, descubrió un manantial en ese lugar y gracias a sus aguas termales y sus propiedades curativas, la ciudad vivió épocas de apogeo, siendo visitada por personalidades como Pedro el Grande o la Emperatriz de Austria María Teresa.
Sigue leyendo: Destinos alternativos de Europa
Su fama mundial, que convirtió a Karlovy Vary en uno de los más famosos balnearios del mundo, se fraguó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se convirtió en lugar de estancia para estadistas, músicos, escritores y artistas centroeuropeos.
Y ese ambiente de Belle Epoque se nota al pasear por sus calles. En la actualidad, su fama internacional creció gracias al Festival de Cine que se celebra cada año.
Una de sus atracciones turísticas es el tren cremallera, que sube a un mirador desde el que puede verse toda la ciudad. Una vez arriba, encontrarás una torre llamada Torre de Diana, a la que también se puede subir para obtener mejores fotografías.
Se puede descender en el mismo tren o por un hermoso sendero que cruza los bosques que rodean la ciudad.