Todos coincidimos en que viajar es un placer. Dentro y fuera del país en el que vivimos hay múltiples destinos y experiencias que nos tientan a sumar más y más millas. Es importante saber que nuestra forma de viajar nos define. ¿Eres turista o viajero?
Armar las valijas es la tarea común para quien sale de viaje. Todos lo hacemos antes de iniciar el recorrido, pero hay diferentes maneras de viajar y conocer. Cuáles son las diferencias entre un turista y un viajero.
Eres turista o viajero
¿Prefieres las selfies o te pones detrás de la cámara?
Normalmente, quienes prefieren autofotografiarse están más pendientes de registrar su visita y compartirla que de retratar una a una las imágenes que dan cuenta de la experiencia que están viviendo.
Aquí la primera diferencia: ¿te retratas a ti mismo cada dos minutos o muestras en imágenes cada uno de las maravillas que vas recorriendo y luego te dedicas solo a disfrutar del momento?
¿Vas solo a los sitio más populares o intentas conocer atractivos menos conocidos?
En el caso de los turistas, sin dudas tendrán en el top de su lista visitar las atracciones más populares que figuran en las guías. Los viajeros buscarán disfrutar experiencias únicas, optarán por conocer secretos de las ciudades y conectar con su gente y sus tradiciones, volviéndose parte del lugar y su comunidad.
Seguir a la multitud o tomar tu propio camino
Generalmente los turistas, además de recorrer los lugares típicos se sienten más seguros recorriendo en grupo y sobre todo, grupos de personas de su mismo país donde se sienten mejor acompañados y más contenidos.
Los viajeros gustan de sociabilizar pero valoran muchísimo la posibilidad de autoconocerse en el contexto de un nuevo lugar, reconocer sus sentimientos y sensaciones fuera de su zona de confort. Asimismo, escapan de sus coterráneos y se sienten atraídos por intercambiar con pobladores locales.
Valija con sobrepeso o mochila liviana
Otro de los elementos que permiten reconocer y diferenciar a un turista de un viajero es el volumen de su equipaje. El turista carga con todas las alternativas de atuendo, por las dudas y durante el viaje compra todos los souveniers que encuentra.
Al viajero, en cambio, es fácil reconocerlo en este sentido. Le gusta viajar liviano. Sabe que lo importante es vivir el momento y está seguro que podrá arreglárselas con pocos objetos.
Se sentirá feliz de llevar lo justo y necesario y de traerse recuerdos y nuevos amigos al regreso más que bienes materiales.
Manejo del idioma
Los turistas contratan excursiones o paseos con traductores para no tener que preocuparse por el idioma. El viajero quiere adentrarse en la cultura y hace el esfuerzo. Escucha, aprende, se sumerge en la lengua local y si no domina el idioma al cien por cien, al menos, intenta utilizar frases cotidianas y de cortesía para sentirse más local y lograr una mejor conexión con el entorno y su gente.
Check list o estímulo para próximas aventuras
Cuando el viaje se acerca a su fin, el balance del turista suele consistir en revisar la lista de imperdibles y alegrarse por haber conocido cada uno de esos famosos lugares. Y si le faltó alguno, le servirá como excusa para retornar.
El viajero no lleva la cuenta. Cada viaje y cada evento es un estimulo para una próxima aventura. No se preocupa por cumplimentar una lista, su instinto y sus emociones son su brújula.
¿Te consideras un turista o un viajero? Tu próximo viaje te ayudará a descifrarlo.
