
“Estados Unidos dialogará con Cuba cuando tenga un presidente negro y haya un papa latinoamericano”.
Esta fue la respuesta de Fidel Castro al periodista Brian Davis quien, en 1973, durante una ronda de prensa a regreso de un viaje a Vietnam, le había preguntado cuándo creía que se podrían restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El 19 de Septiembre de 2015, el Papa Francisco fue recibido por Raúl Castro en el aeropuerto de La Habana. La gira sigue hasta el 28 de septiembre, que cerrará en Filadelfia su gira por Estados Unidos. El Papa pronunciará 26 discursos, cuatro en inglés y el resto en español, algunos tan solemnes como el que ha preparado —de su puño y letra— para comparecer ante el Congreso de Estados Unidos y la Asamblea General de Naciones Unidas. Serán esas las alocuciones más medidas, posiblemente cargadas de todas las cuestiones (inmigración, desigualdad, cambio climático) que forman parte del debate global y sobre las que Bergoglio mantiene un discurso vehemente.
Francisco, según sostiene su secretario de Estado, Pietro Parolin, hablará en Nueva York en nombre de los millones de personas que vagan por el mundo huyendo de la guerra o del hambre. “Sin duda será la inmigración uno de las cuestiones más importantes del viaje”, explica Parolin, “es una preocupación constante del Papa, pero que estos días se ve aumentado por la emergencia que nos ha tocado vivir".