Los camareros del célebre pub Hootananny, situado en una localidad del norte de Escocia, dejaron de usar sus kilts (faldas escocesas), después de quejarse del constante abuso de las clientas del bar que tratan de comprobar si son “verdaderos escoceses”.
Hasta ahora, los trabajadores de este tradicional pub se ponían sus típicas faldas a cuadros, pero tuvieron que cambiar sus uniformes por pantalones, después de denunciar que algunos grupos de mujeres trataban de levantarles la falda para comprobar si llevaban ropa interior.
Ian Howie, gerente del bar, aseguró que estos incidentes ocurrían sobre todo durante los fines de semana cuando el pub está particularmente concurrido.
“Te encuentras a grupos de mujeres bebiendo mientras recoges vasos y te preguntan si eres un verdadero escocés para terminar por comprobarlo ellas mismas"
“Las primeras veces tiene gracia. Pero cuando el bar está realmente lleno y todos tenemos que trabajar duro y rápido, y tienes las manos llenas de vasos te sientes verdaderamente vulnerable. Ellas lo ven gracioso, pero es bastante humillante“.
Kit Fraser, el dueño de Hootananny, lo describe como “sexismo puro”. “Puede parecer divertido pero es muy serio, las mujeres tiran de sus faldas“, afirmó.
"Imagínese que yo fuera a un restaurante y paseara mis manos por las faldas de las chicas. Iría directo a la comisaría"
Un orgullo nacional
El kilt escocés es único en el mundo, ya que sólo lo usan los hombres, y no las mujeres. Su origen se remonta hasta el siglo XVI en las Highlands. Se cree que esta falda está influenciada por las vestimentas que llevaban los normandos y vikingos cuando conquistaron las islas británicas en el siglo VIII.
Esta creencia está determinada por el origen de la palabra kilt, que proviene de un antiguo vocablo nórdico, y que significa “tejido doblado en capas”.
En sus orígenes la falda estaba hecha por una tela de cinco metros sin confeccionar por dos de ancho que se ceñía a la cintura con un cinturón y la parte superior de la cintura se sujetaba con un broche en el hombro. Esta parte superior se podía colocar de distintas maneras dependiendo del clima, la temperatura o de la libertad de movimientos que se necesitara.
Llama la atención la cantidad de tela que se empleaba para los kilts, pero su explicación tiene lógica. Cada noche, los guerreros se quitaban la falta y la empleaban como manta para taparse. Con el tiempo el diseño ha ido evolucionando y haciéndose más práctico.
La falda que conocemos en la actualidad nació en el siglo XVIII y no tiene la parte superior que se ataba al cuello.
El Kilt escocés tiene su gran apogeo en el siglo XIX, coincidiendo con el Resurgimiento en Escocia. En esos tiempos, las diferentes familias hidalgas (clanes escoceses) de las Highlands, comenzaron a crear sus propios diseños como un modo de identificación heráldica.
Dicen que prohibir significa ‘encender el deseo’, y eso parece que fue exactamente lo que ocurrió en Escocia. Tras la derrota de los jacobitas en la batalla de Culloden, en 1746, se prohibió el uso del kilt, pero no desapareció, porque el ejército británico lo mantuvo como parte de su uniforme y solo se permitió su empleo a aquellas personas que se unieran a las filas del ejército.
Hoy en día, todos aquellos que tienen pretensiones de ascendencia escocesa visten orgullosos la falda, cuyo uso ha quedado relegado en la actualidad a acontecimientos importantes como las bodas, aunque en los últimos años, muchos hombres han optado por regresar a sus raíces y vestirla como antaño, es decir, a diario.
La pregunta que todos se hacen es si es cierto que no llevan ropa interior abajo
Un auténtico escocés no usa ropa interior cuando lleva puesta esta prenda. Varios escoceses frente a la pregunta aseguran que no es necesario usar ropa interior, ya que la tela que forma la falda tiene una longitud de hasta 8 metros de largo, por lo que, al ser plegada, genera bastante calor.
No obstante, también aseguran que por condiciones de higiene, en las grandes ocasiones suelen llevar siempre calzoncillos.