El futuro inminente de la industria turística será, gracias a la inteligencia artificial, un territorio completamente nuevo, transformado para mejorar constantemente la experiencia de los viajeros. Y esa historia ya ha empezado.
El reconocimiento facial para automatizar los check in; internet de las cosas para el control domótico de las habitaciones; o proponer actividades al cliente según cómo haya descansado son algunas de las últimas novedades tecnológicas que ya está utilizando la industria turística y hotelera.
"En próximos años veremos hoteles que, en el momento que ha aterrizado tu avión, habrá detectado que has llegado. Eso, a nivel operativo en un establecimiento hotelero, es realmente útil para hacer la asignación de habitaciones que deben estar disponibles - comenta Juan Carbajal, licenciado en marketing por ESIC y hasta hace poco responsable de Nuevas Tecnologías en el Instituto Tecnológico Hotelero.
“Eso se hará de manera automatizada, por supuesto. Y mientras está llegando el cliente, puedes incluso ofrecerles servicios adicionales como transporte o una actividad"
El punto cúlmine es conocer e interpretar la satisfacción de los clientes en cada momento. No en vano, según datos, el 96% de los clientes insatisfechos no se queja abiertamente, pero el 91% no vuelve. La inteligencia artificial ofrece más oportunidades de interactuar con los clientes para poder conocer así su grado de satisfacción.
Ante el creciente número de contactos que se producen a lo largo del itinerario del cliente, José Luis Salcedo, reinventor digital y líder cognitivo para el sector de la distribución de IBM Global Business Services comenta que “es necesario centralizar toda esa información en una plataforma cognitiva. La tecnología existente ya permite automatizar las respuestas e imputar ciertas preguntas a las personas más adecuadas para responderlas”.
Según ha afirmado Alberto de Torres, CEO de Nektiu, “la inteligencia artificial es una revolución; de hecho Andrew Ng, cofundador de Baidu, asegura que es la nueva electricidad. Sin duda es una realidad que está impactando en todos los negocios y que es fácil de implantar, no es una tecnología costosa y está al alcance de todos, incluso de las pymes: la recopilación de datos, su procesamiento y la aplicación de algoritmos en abierto son asequibles. Las empresas que no estén ya trabajando en ello están en desventaja competitiva”.