Viajar es una de las mayores fuentes de bienestar, de cambio y de crecimiento que existen y a veces se transforma en una adicción. Uno empieza a recorrer y siempre quiere un nuevo lugar.
En Argentina empezamos por las sierras de Córdoba, la costa, las cataratas de Iguazú, el Norte argentino, la Patagonia, los glaciares...
Lugares pocos conocidos de Argentina
Para quienes quieren más, revista Lugares acaba de lanzar una edición especial, Argentina Insólita, con 58 sitios que no figuran en las guías, ideal para quienes buscan ir más allá de los sitios conocidos.
Una selección de dicho listado:
Ojos de Mar: Tolar Grande, Salta
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Son tres pequeñas lagunas celestes en medio de un salar blanco inmaculado en las afueras de Tolar Grande. Si los salares son de por sí raros, estas lagunas del color del mar Caribe, sorprenden aún más. Para protegerlas, la municipalidad armó un pequeño estacionamiento, senderos y cartelería que explican que no sólo es peligroso acercarse al borde de las lagunas porque el terreno es frágil y quebradizo, sino que, sobre todo, es muy nocivo para el medio ambiente.
Campo de Piedra Pómez: el Peñón, Catamarca
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Es un lugar tan asombroso que ha empezado a oficiar de postal de la puna catamarqueña. En las afueras de El Peñón, muy cerca del volcán Carachi Pampa, la actividad volcánica gestó este campo de suelo arenoso donde dominan unas formaciones extrañas de roca color talco y ocre con puntas rosadas, como copos de merengue, que se recortan en diagonales contra el cielo azul. El área, a más de 3 mil metros de altura, tiene una extensión de 25 kilómetros y se la puede recorrer a pie, con la precaución de llevar gorro para el sol y agua. Un cartel sobre la RP 34 indica el acceso, entre el pequeño pueblo de El Peñón y Antofagasta de la Sierra. Es recomendable visitarlo con guía y 4x4, o asegurarse de contar con precisas coordenadas de GPS, porque es muy fácil perderse.
La Poma, Salta
Son unas escondidas cavernas en el cauce del río Calchaquí, en las afueras de La Poma. El sitio no es evidente, y si bien hay algunos carteles, conviene no ir solo. La bajada hasta el cauce del río es bastante pronunciada y una vez allí, la posibilidad de doblarse un tobillo entre las piedras no es baja, por lo que estar acompañado es importante.
“Paisaje de Catamarca”: recorriendo la cuesta que inspiró la canción
Se trata de una formación que se gestó naturalmente por la explosión del volcán Los Gemelos. Al solidificarse la lava sobre el río Calchaquí, lo obstruyó, y con los años las aguas cavaron un paso y formaron un puente natural de unos 150 metros, lleno de estalactitas y estalagmitas en medio de una gran oscuridad.
El óxido de hierro le da una tonalidad rojiza a las piedras que van del ocre al blanco y al negro, en una atractiva paleta mineral. El trayecto de unos 500 metros se divide en cuatro etapas, que van sumando dificultad a medida que el cañón se estrecha, se hace más oscuro y profundo.
Los más valientes terminan casi en penumbras, del otro lado del puente, y con el agua por el cuello. La mayoría, en cambio, sale y entra por el mismo lugar, y se moja poco más que las rodillas.
Zacarías Ábalos es guía baqueano: (0387) 15 611-4077
Ischilín, Córdoba
Unos 120 km al norte de Córdoba, este pueblo histórico en el camino entre Deán Funes y Capilla del Monte, se conserva casi como hace 400 años. Especialmente su iglesia de 1730, la única en Sudamérica que los jesuitas construyeron sin participación de esclavos.
El algarrobo de la plaza está en pie desde hace unos 400 años y fue testigo del momento en que Facundo Quiroga fue advertido que podía sufrir una emboscada, la cual tuvo lugar a 80 km de allí, el 16 de febrero de 1835, en Barranca Yaco.
La Cumbrecita: un pueblo de fantasía escondido en las sierras de Córdoba
La iglesia de Nuestra Señora del Rosario fue construida en 1706 y consagrada en 1730. A 4 km del pueblo, en el paraje Loza Corral, se encuentra la casa en la que vivió el pintor Fernando Fader, cuya residencia se ha transformado en un atractivo museo. Su nieto, Carlos Fader, fue quien se ocupó de restaurar buena parte del pueblo y abrió al público la posada La Rosada.
Laguna Diamante, Mendoza
Su lecho es el cráter de un volcán extinto, rodeado de cerros altísimos. Entre ellos se destaca el volcán Maipo, que se refleja en la laguna como un diamante perfecto.
Enoturismo: descubrir Mendoza a través de sus vinos
Con 14 km² y una profundidad de 70 metros, se encuentra a 100 km de la localidad de Pareditas.
Es uno de los principales reservorios de agua dulce de la provincia
El entorno de escorias volcánicas y aguas cristalinas fue descripto por Antoine de Saint-Exupéry después de que su amigo, el aviador francés Henri Guillaumet, realizara en 1927 un aterrizaje forzoso en la laguna. Estuvo perdido varios días en la cordillera, hasta que fue salvado por un puestero.
El sinuoso trayecto que lleva a la laguna parte del refugio Alvarado, la base de guardaparques. Desde allí son 43 km que pueden hacerse con cuidado en auto común si el camino está habilitado. Entre mayo y septiembre, suele cerrarse por nevadas. La zona es árida y la vegetación, escasa. Suelen cruzarse manadas de guanacos. Hay que anotarse en el puesto de guardaparques al ingresar.