En los últimos años, los pequeños terremotos en la zona de Yellowstone han alterado todos los cálculos posibles, siendo más frecuentes y menos predecibles. Los géiseres en el parque natural, también han mostrado una extraña actividad últimamente. Algunos de ellos han tenido erupciones inesperadas, sorprendiendo a los científicos quienes especulan que esto podría estar relacionado con el aumento de la actividad sísmica.
Los volcanes son uno de los fenómenos naturales más poderosos, brutales e incontrolables de la naturaleza
Lo hemos visto en muchas ocasiones en Pompeya, en México o en Indonesia. Y lo podríamos volver a ver en cualquier momento destrozando ciudades por todo el mundo.
Ante esa amenaza, los científicos tienen claro que, aunque los planes de evacuación son fundamentales, no son suficientes y trabajan contrarreloj para conseguir una forma de controlarlos.
El plan más avanzado en este sentido es el que la NASA quiere poner en marcha en Yellowstone. Bajo el Parque Nacional de Yellowstone, alimentando los conocidos géisers que lo han hecho internacionalmente famoso, hay un volcán de un tamaño descomunal.
Una bestia dormida que entra en erupción aproximadamente cada 600.000 años, justo el tiempo que lleva sin entrar en erupción. Es cuestión de tiempo que haga acto de presencia
Y una erupción de esa envergadura no solo destruiría uno de los parques nacionales más importantes de Estados Unidos, sino que podría tener efectos muy serios sobre el clima mundial. En 1815, la erupción del Tabora sumió al mundo en un invierno permanente que duró todo el año siguiente.
Frenar al volcán
Por eso en la NASA están buscando una forma de prevenir la erupción sacando calor del volcán. Suena a locura y, de hecho, probablemente lo sea, pero muchísimos países del mundo están mirando a Yellowstone con una expectación inusitada.
Por lo que sabemos de este tipo de volcanes, se pasan cientos de años acumulando calor poco a poco hasta el momento de la erupción.
Así que el plan de la NASA es instalar un gigantesco sistema de refrigeración justo al lado de Yellowstone.
Perforarán un agujero cerca del volcán y bombearán agua en su interior
El agua (a más de 600 grados de temperatura) no solo ayudaría a enfriar el volcán, sino que podría servir para generar energía geotérmica (y de esa forma financiar el mantenimiento del sistema). Algo muy necesario si tenemos en cuenta que es un plan a larguísimo plazo y los costos iniciales se calculan en 2.000 millones de dólares: hay demasiado calor ahí abajo como para que sea una tarea rápida.
Sería una especie de géiser artificial y, como en el caso de los naturales, ayudaría a liberar energía y calor. Según los cálculos de la NASA, bastaría aumentar un 35% el calor que ya sale vía géiser para tener el volcán bajo control.
Fuente: BBC.com