Hay personas que no sienten la necesidad de salir de su casa y están tranquilos quedándose en la ciudad en la que nacieron, moviéndose muy poco. Hay otras que, sin sentir esa enorme pasión por los viajes de la que hablaremos abajo, viajan una vez al año, a veces dos, con todo organizado en un viaje familiar. Y no estamos hablando de quien no puede hacerlo por problemas de dinero. Solo hablamos de las ganas de viajar.
Pasión por los viajes - ADN viajero
Y están las personas que no pueden quedarse quietas, que siempre tienen la valija, la mochila y/o el pasaporte en la palma de la mano. No importa si lo llamas tener pasión por los viajes o una simple curiosidad, lo principal es que existe el hambre de explorar que simplemente no logras saciar.
Estudios científicos sostienen que existe el Gen. Se llama Gen DRD4-/R que tiene que ver con el amor casi fanático por los viajes. ¿Te suena familiar?
Quienes tienen este gen aceptan el movimiento, los cambios y la aventura. Disfrutan los beneficios de viajar con mucho placer y comodidad.
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Siempre hay algo nuevo que ver, algo diferente que te aleja de tu zona de confort para llenarte de vida. Lo que probablemente no habías descubierto es que esta pasión se podría deber a tu ADN, según lo que sostienen estas investigaciones científicas.
Deseo de viajar
Un blog de psicología escribió que el deseo inherente de viajar puede encontrarse en un gen, el cual sería la derivación genética del DRD4, asociado con los niveles de dopamina en el cerebro.
El gen en sí mismo, identificado como DRD4-7R, ha sido nombrado el "gen wanderlust" - “gen de pasión por los viajes”
El nombre se debe a su relación con mayores niveles de curiosidad e inquietud.
La realidad es que aquellos que llevan consigo esta información genética comparten algo en común: una historia de viajes
El gen no es demasiado común, pero tampoco tan raro; de hecho, dicen que lo poseería un 20% de la población. También aseguran que estos individuos es posible que sean “totalmente incontrolables”.
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Por lo tanto, aunque sientas un impulso urgente de renunciar a tu trabajo y viajar durante los próximos meses, es mejor que te detengas y te asegures de estar pensando racionalmente. Y, si no, responsabiliza a tus padres. La culpa es de tu ADN viajero.
Señales que indican tu pasión por los viajes
Compartimos los síntomas que indican que tu pasión por los viajes no tiene cura.
Puedes prescindir de equipaje
No necesitas 2 valijas y además, algunos bolsos de equipaje de mano para vivir la mejor experiencia del mundo. Todo lo que necesitas son algunas cosas básicas, mochila, pasaporte y las confirmaciones de vuelos y reservas del hostel.
No estás obsesionado con la duración del viaje
Le das valor a todo tipo de viajes, ya sean de corta o de larga duración. Disfrutas igual una escapada de fin de semana, o pasar seis meses viajando de isla en isla en medio de Indonesia. No importa lo lejos que te vayas porque siempre sabes cómo sacarle el máximo partido a cada experiencia.
Eres un experto estirando el presupuesto
Si posees el gen viajero, seguro que has pasado de comprar bienes materiales con el fin de ahorrar dinero, para seguir coleccionando momentos.
Sabes cómo vivir el momento
Por supuesto que ahorrar es importante, pero sobre todo porque te permitirá vivir una aventura increíble. Cuando estás en la otra punta del mundo, lo último que quieres es tener quebraderos de cabeza por cuestiones financieras. Para eso te privaste de otras cosas.
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La curiosidad es tu identidad
Tanto en casa o de viaje, la curiosidad va de la mano con el gen del viajero. Siempre tendrás sed de nuevas aventuras, nuevos lugares, nueva comida y nuevos recuerdos.
No tienes ningún problema si no hay plan
Te gusta dejarte llevar por el momento y siempre estás listo para descubrir algo nuevo y extraordinario. Siempre conviene hacer tus propias investigaciones y preparar un poco la aventura, pero a veces las mejores aventuras son las que nacen por sorpresa.
El idioma nunca es una barrera
La gente que tiene el gen viajero en la sangre, suele sentirse fascinada por otras culturas y nacionalidades. Para ellos las diferencias lingüísticas son retos que embellecen el camino, no obstáculos.
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Eres tu dueño
A unos les gusta viajar en compañía y otros prefieren hacer una ruta en solitario. Unos pueden esperar a saltar de hostel en hostel para conocer otros viajeros en habitaciones compartidas y otros, en cambio, prefieren quedarse en habitaciones privadas.
Como sea, seguramente habrás pasado algún tiempo contigo mismo descubriendo quién eres y actuando de manera más independiente. Las interacciones con otras personas son maravillosas, pero no dependes de ellas para ser feliz. Tú eres el capitán de tu barco.
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