Stonehenge es uno de los monumentos prehistóricos más importantes del mundo, por eso es Patrimonio de la Humanidad. El famoso círculo de piedra tiene más de 5.000 años y su función todavía es polémica.
La construcción de este imponente conjunto fue abandonado mil quinientos años después de su construcción y todavía no se sabe porqué se edificó.
Un marcador de solsticios
Los elementos de Stonehenge están alineados para marcar la salida y la puesta del sol durante los solsticios de invierno y verano.
Stonehenge se alza sobre un montículo en la vasta meseta de la campiña de Wiltshire, cerca de Salisbury, a unos 130 km al oeste de Londres. Se estima que su construcción se desarrolló a lo largo de unas ochenta generaciones, durante unos 1.600 años.
Si vas por carretera, verás cómo los monolitos aparecen de repente en la distancia. Es imposible no sentir admiración y algo de miedo en su presencia.
Seguro que te impresionará el tamaño de las piedras aunque las hayas visto en foto miles de veces
Stonehenge está formado por 2 círculos de piedra concéntricos rodeados por una profunda zanja. Se cree que se construyó a lo largo de 1.600 años. Las piedras no son todas iguales: hay feldespatos, arenisca silificada y piedra arenisca galesa, que han viajado más de 380 km para llegar a Wiltshire. Las rocas más pesadas superan las 50 toneladas.
¡Habrían hecho falta 600 hombres para mover una!
Insistimos en que no se sabe para qué fue construido Stonehenge. Algunos dicen que era un templo, otros opinan que era un observatorio astronómico o un calendario prehistórico por cómo está alineado con el sol y la luna.
Hay muchas teorías pero ninguna parece resolver el misterio. Stonehenge ha sobrevivido en pie milenios y cuando lo visites sentirás que hay algo sagrado entre los círculos de piedra.
Para acercarte a las piedras hay que pagar entrada pero podés verlas desde la entrada principal.