Copenhague, la encantadora capital de Dinamarca, con sus tortuosas calles de la ciudad vieja, magníficos palacios reales, edificios vanguardistas y las nuevas atracciones, es la combinación perfecta entre la tradición y la modernidad.
Tranquila y ordenada, donde las bicicletas son las reinas de las calles y sus habitantes viven en un entorno tranquilo y seguro, Copenhague es, además, una bella ciudad en la que perderse y disfrutar de un paseo por sus calles o sus parques.
Subite a una bicicleta o paseá por la ciudad a pie y disfrutá de su atmósfera relajada.
Podrás seguir las huellas del escritor de cuentos de hadas Hans Christian Andersen, ver de pronto a una multitud de gente alrededor de una minipiedra y encontrarte con "la sirenita", regalo de un cervecero a la ciudad para homenajear al escritor más querido, que se ganó el cariño de los vecinos de Copenhague gracias a sus cuentos infantiles.
También en esta ciudad encontrarás el “pueblo libre” de Christiania, que lejos de ser un lugar religioso como muchos podrían pensar al leer su nombre, es un ex barrio hippie y libre, autogobernado por sus casi mil habitantes, donde encontrarás murales con grafitis y casitas del estilo Hobbit, que se entrelazan con la naturaleza en el corazón de la capital danesa, formando una burbuja de tranquilidad.
Visitá también Strøget, la calle peatonal más larga del mundo, el famoso parque de atracciones Tivoli, o la residencia de la monarquía más antigua del mundo.
En la fábrica Carlsberg podrás probar la cerveza famosa en todo el mundo:
En los distritos de Vesterbro y Nørrebro, podrás disfrutar de acogedores cafés y tiendas:
A pesar de ser una gran ciudad, Copenhague es fácil de visitar y la ciudad regala una atmósfera relajante y acogedora con varias plazas, cafés, bares, restaurantes y espacios musicales. Aquí encontrarás un poco de todo, desde turismo a entretenimiento.
Si podés, no dejes de visitarla.
