La capital de la isla de Mallorca, situada en la bahía de su mismo nombre posee un clima privilegiado todo el año (17,9 °C de temperatura medial anual).
Conocida por su turismo de sol y playa, posee además un precioso casco antiguo
Palma de Mallorca
La actual ciudad de Palma fue codiciada, en tiempos remotos, por romanos, árabes y piratas berberiscos. Fue el monarca Jaume I el que acabó con el dominio musulmán en la isla mediterránea (s. XIII) y a él se deben las construcciones más importantes de Palma.
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Tras las murallas que ahuyentaron a piratas y corsarios se levanta el casco viejo, donde te sorprenderán sus antiguas iglesias, palacios y mansiones señoriales con sus turísticos patios (existen más de 40 que se distribuyen por todo el centro de Palma).
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La Catedral, el Palacio de la Almudaina, la Lonja y la Plaza Mayor son algunos de los rincones en los que el viajero deberá detenerse.
Las barcas de pescadores, pinares y palmeras enmarcan los más bellos monumentos.
Sus magníficas playas han convertido a Palma de Mallorca en uno de los destinos más conocidos y apreciados del mundo.
La ciudad se prolonga a ambos lados de la bahía en cinco playas y ocho zonas de baño, largos arenales de aguas cristalinas donde disfrutarás del sol o del sonido de las olas.
En la capital mallorquina se dan cita eventos deportivos tan relevantes como la regata Princesa Sofía y la Copa del Rey de Vela, un lujo con el que no cuenta ninguna otra ciudad.