Sus hermosos paisajes, ciudades llenas de arte, pueblos anclados en el pasado y una gastronomía capaz de satisfacer a los paladares más educados, son algunos de los muchos motivos que hacen de la Toscana un destino ideal para unas vacaciones en las que se elige andar sin rumbo.
La mejor forma de descubrir y disfrutar de la Toscana es alquilando un auto para recorrer la región a tu propio ritmo, disfrutando de sus paisajes y haciendo las paradas que quieras en el camino. Rutas hay cientos, pero si es tu primera vez y disponés de poco tiempo, te propongo este itinerario de 5 días partiendo de Pisa.
Día 1: Pisa y Lucca
Pisa y su torre son un lugar tan emblemático, que no se puede dejar nunca fuera del itinerario. Sobra decir que la Piazza dei Miracoli y, por supuesto, la Torre inclinada son los puntos más fotografiados de Pisa, y es que el conjunto monumental formado por la misma torre, la catedral, el cementerio y el Baptisterio, suponen una concentración de edificios tan bellos, que pocos sitios en el mundo podrían igualarlo.
Además, el hecho de que estén a campo abierto, sin edificios que lo enclaustren, lo convierte en un lugar con mil perspectivas que permiten jugar al turista. De hecho, será difícil no caer en la tentación de hacer una foto sosteniendo la torre.
Para ver la verdadera Pisa, la ciudad universitaria, sólo hay que caminar hacia el río. Descubrirás una ciudad viva y llena de animación, repleta de jóvenes estudiantes, bares, restaurantes, tiendas y boutiques de todo tipo. Encontrarás una ciudad de verdad, mucho más real y auténtica, aunque un poco menos bonita que Florencia.
Tras visitar, en la Plaza de los Milagros, su famosa Torre, la Catedral, el Baptisterio y el Camposanto, volvé al auto y en 20 minutos llegarás a la ciudad amurallada de Lucca, donde podrás hacer un almuerzo tardío antes de explorar su casco antiguo.
Día 2: San Gimignano
A hora y media de Lucca, en lo alto de una colina encontrarás San Gimignano: un increíble pueblo que ya en la lejanía llama la atención por el singular perfil que conforman sus 15 torres (de las 72 originarias que no han podido resistir el paso del tiempo).
Aunque es pequeño y en temporada alta son muchos los turistas que lo llenan, pasear por sus calles medievales es tan placentero que puede ocupar perfectamente un día completo, así que concedete el capricho de pasar la noche en él antes de continuar la ruta.
Día 3: Monteriggioni y Siena
De camino a Siena, hacé un pequeño alto para descubrir el pequeñísimo pueblo de Monteriggioni, que a pesar de estar formado por no más de 20 casitas, también cuenta con su propia muralla. ¡Una joya!
Ahora sí: día completo para disfrutar de Siena, cuyo casco antiguo te fascinará, y del que no podemos dejar de destacar su Catedral gótica.
Considerado una obra de arte tan valiosa como el edificio, es el piso de la catedral de Siena, que se cubre la mayor parte del tiempo. Es de mármol con diseños de mosaico, muchos de ellos representando pasajes bíblicos.
Varias generaciones de artistas italianos de renombre participaron en su construcción, que duró 500 años, comenzando en 1300 y terminando alrededor de 1800.
El pintor Giorgio Vasari (1511-1574) describió la obra como
El piso "más bello, más grande y magnífico" que nunca se ha hecho
Y muy especialmente la Plaza del Campo, en la cual cada 2 de julio y 16 de agosto se recrea la famosa competición hípica conocida como el Palio de Siena.
Si tus vacaciones en la Toscana coinciden con esas fechas, no te lo pierdas.
Día 4 y 5: Florencia
Por último, la hermosa Florencia, a la que 2 días es el tiempo mínimo que debés dedicar. ¡Hacen falta muchos más! Cuna del Renacimiento, Florencia es una ciudad que rezuma arte y romanticismo por todos lados.
Desde la Catedral y el Baptisterio, pasando por la Galería de los Oficios o la Galería de la Academia -en la que se encuentra el David de Miguel Ángel-, al famoso Puente Viejo o Ponte Vecchio, donde los enamorados dejan sus candados en señal de su amor, los atractivos de esta ciudad son inabarcables en una única visita.
Por eso todo el mundo vuelve a Florencia más de una vez en la vida, siendo uno de los destinos favoritos dentro de la siempre bella y hospitalaria Italia.