Portofino, pueblo antiguo y elegante, se asoma a un mar de una belleza indescriptible. Es una joya del paisaje italiano frecuentada desde siempre por personajes del mundo del espectáculo, de la cultura y de las finanzas.
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Mágica Portifino
Las casas coloradas se colocan una cerca de la otra como las piezas de un mosaico precioso, a los pies de un promontorio cubierto de exuberante vegetación.
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En la pequeña ensenada de la costa se encuentra la famosa “Piazzetta”, el corazón mundano de Portofino, que se asoma al característico puerto, sembrado de pequeños barcos de pescadores y embarcaciones de lujo.
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El mar alrededor del promontorio, es una zona marina protegida, establecida para tutelar la riqueza y la rareza de los fondos marinos donde habitan gorgonias, esponjas, madréporas, corales, las praderas de posidonia y el precioso coral rojo.
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La forma irregular de los fondos marinos ha permitido el desarrollo de una inmensa riqueza de microambientes donde viven numerosas especies de plantas y animales.
Qué ver en Portofino
Son muchos los lugares de interés natural y cultural, comenzando por la iglesia del patrón de Portofino, San Jorge, construida en el siglo XII. Su interior custodia las reliquias traídas por los marineros a su regreso de las Cruzadas y, desde su Sagrario disfrutarás de una maravillosa vista.
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Castillo Brown
Muy cerquita está el Castillo Brown, una fortaleza en medio de un espléndido jardín colgante, caracterizado por sus muros con bajorrelieves y decoraciones arquitectónicas en mármol y pizarra.
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Desde aquí se llega al faro, situado en Punta del Capo (Punta Portofino), desde donde domina toda la bahía.
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Otro placer es pasear en barca y disfrutar de ese bellísimo mar.
