Cuando uno llega a Escocia, recorriendo las infinitas ondulaciones verdes que le dan forma a este país, descubre algo que probablemente sospechara pero nunca se hubiera atrevido a aceptar. Las hadas existen. Y los bosques de Escocia están llenos de ellas.
Una de las regiones más fascinantes de Escocia, donde con certeza abundan las hadas, es la extraordinaria isla de Skye. Tiene todo lo que se puede esperar encontrar en las Highlands, las tierras altas: paisajes verdosos impresionantes salpicados de lagos, cascadas, castillos, pueblos pintorescos, destilerías de whisky y para completar esto, la orilla del mar. Pero lo que hace especial a la isla de Skye son ciertos lugares únicos que parecen salidas de un cuento de hadas.
Allí, afirmando lo que parece saltar a la vista, se encuentra el Fairy Glen, o Faerie Glen (“el valle de las hadas”). En este rincón recóndito de la isla de Skye, formado por decenas de colinas verdes en miniatura, la magia está a punto.
Para llegar hasta allí, la ruta más interesante es seguir la carretera a lo largo de la costa de la península de Trotternish. Sólo conducir por este camino, partiendo de Portree, requiere todo un día y buena suerte con el tiempo. Luego de cruzar el puente que une Skye con el resto de Escocia las suaves colinas se suceden interrumpidas cada tanto por alguna pequeña granja.
Y aunque parezca que el camino seguirá así por siempre, de repente, detrás de una pequeña elevación, ya cuando no se puede seguir conduciendo y el recorrido debe hacerse a pie, aparece la fantástica silueta de Fairy Glen.
Quien encuentre Fairy Glen tendrá la sensación de que está entrando en otro mundo. De repente, el paisaje se convierte en algo muy diferente al de los alrededores.
Se trata de una una colección sobrenatural de montañas diminutas que emergen de la tierra, como si fueran el patio de juegos en escala de un grupo de hadas y gigantes.
Quienes lleguen allí debe prometer mantener el secreto. Fairy Glen es virgen y no hay ninguna señal en absoluto para encontrarlo.
Este eondite de las hadas tiene muchas características escénicas en un área pequeña: un estanque pequeño, un árbol caído, ruinas antiguas, y muchas ovejas saltando por las colinas.
Cuando decidan continuar su camino a través de otras áreas de Skye, aparte de Trotternish, hay infinidad de maravillas que se pueden visitar, como el castillo de Dunvegan, el Nest Point, colgado de la escarpada costa, las “Doncellas de Macleod, una serie de pilas rocosas en el mar a las que solo se puede llegar después de un largo rodeo por Orbost y las “piscinas de las hadas”en el corazón de los Cuillins.
Como un broche de oro a este paseo, Eilean Donan no se encuentra en la isla de Skye, pero este famoso castillo que apareció en películas como Highlander se encuentra en el camino, de quien viene a través del puente que conecta Skye con el resto de Escocia.