
Durante nuestra estadía en Sídney, decidimos alejarnos un poco del bullicio de la ciudad y aventurarnos a las majestuosas Blue Mountains para vivir una experiencia única en Scenic World.
Desde el inicio, el viaje prometía ser especial: tomamos un tren desde la estación central de Sídney hasta Katoomba, disfrutando de un recorrido panorámico que nos permitió apreciar el cambio del paisaje urbano por la exuberante vegetación y montañas que nos esperaban.
Al llegar, nos encontramos con un entorno impresionante, rodeado de acantilados, bosques de eucaliptos y una atmósfera de tranquilidad inigualable. Scenic World ofrece una serie de atracciones que permiten explorar las Blue Mountains desde diferentes perspectivas, y no perdimos la oportunidad de vivir cada una de ellas.

Scenic Railway: el tren más empinado del mundo
Nuestra primera experiencia fue subirnos al Scenic Railway, famoso por ser el tren de pasajeros más empinado del mundo. La inclinación de 52 grados hizo que la adrenalina corriera por nuestras venas mientras descendíamos por un túnel excavado en la montaña y emergíamos en un impresionante valle rodeado de vegetación. Para los más aventureros, existe la opción de ajustar el asiento a una inclinación aún mayor para aumentar la emoción.
Scenic Walkway: un paseo entre la naturaleza
Al bajar del tren, nos encontramos con la Scenic Walkway, una pasarela elevada que serpentea a través de la selva tropical y permite recorrer el valle de Jamison sin afectar su ecosistema. Caminamos entre árboles centenarios y nos sumergimos en la historia minera de la región, explorando antiguos restos de la minería del carbón que alguna vez operó en la zona.
Scenic Cableway: ascendiendo entre montañas
Luego, abordamos el Scenic Cableway, un teleférico que nos llevó de regreso a la cima de la montaña, ofreciéndonos vistas espectaculares del valle y de formaciones icónicas como las Three Sisters, Orphan Rock y el Monte Solitary. La sensación de flotar sobre el paisaje mientras ascendíamos fue simplemente mágica.

Scenic Skyway: flotando sobre el abismo
Para cerrar el día con broche de oro, nos subimos al Scenic Skyway, una góndola con suelo de cristal que atraviesa el valle de un lado a otro. La vista desde 270 metros de altura nos dejó sin palabras: podíamos ver la cascada de Katoomba, las Three Sisters y el vasto horizonte de las Blue Mountains en toda su majestuosidad. Fue una experiencia única, perfecta para capturar fotos inolvidables y admirar la belleza del lugar desde una perspectiva aérea.
Una experiencia para toda la familia
Scenic World no solo ofrece aventuras emocionantes, sino que también cuenta con espacios de descanso, tiendas de souvenirs y cafeterías con vistas panorámicas, lo que lo convierte en una opción ideal para disfrutar en familia. Además, su compromiso con la conservación del entorno hace que la experiencia sea aún más especial, permitiéndonos conectar con la naturaleza de una manera responsable.

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