Los viajeros que sueñan con volar más rápido que la velocidad del sonido podrían tener pronto la oportunidad. Los planes para reanudar vuelos con Concorde en 2019 están en su lugar y ahora un diseñador canadiense ha lanzado su concepto de diseño para “Skreemr”, un avión que aprovecha una tecnología incipiente para alcanzar velocidades superiores a Mach 10. Eso es el equivalente a 12.345 kilómetros por hora y cerca de cinco veces más rápido que el Concorde. Se necesitaría alrededor de media hora para volar entre Londres y Nueva York si se viaja a esta velocidad.
El diseñador de concepto del Skreemr, Charles Bombardier, y el artista, Ray Mattison, que son quienes están llevando adelante este ambicioso proyecto, proponen que este avión sea propulsado por un estatorreactor de combustión supersónica.
A diferencia de los motores a propulsión convencionales, el estatorreactor de combustión supersónica prácticamente no tiene componentes móviles y quemaría oxígeno de la atmósfera en lugar de tener que cargar pesados tanques llenos de oxígeno.
“Se pondrá en marcha a altas velocidades con la ayuda de un sistema de despegue de cañón de riel magnético. Los cohetes de propulsión se encenderían luego para aumentar la velocidad de la aeronave lo suficiente como para finalmente encender su motor principal “Scramjet” lo que le permitiría alcanzar velocidades superiores a Mach 10.
Los diseños del motor “Scramjet” se están desarrollando en estos momentos por los EE.UU. y China, y tomará años verlos en fábrica. Si tiene éxito, en un futuro (no tan) lejano este “Skreemr” podría ser utilizado para transportar pasajeros a través de los océanos a altas velocidades.
El 'Skreemr' sería utilizado como un avión comercial que volaría entre continentes cinco veces más rápido que el 'Concorde' francés y podría llevar alrededor de 75 pasajeros. El cañón de riel magnético podría usar alternativamente electricidad de origen “limpio” para poner en marcha el avión, y para el funcionamiento de los scramjets se podría llegar a prescindir del uso de hidrógeno fabricado con hidroelectricidad.
"Soy consciente de que el reto de hacer volar dicha aeronave es complejo, sobre todo a menor altitud donde el aire es denso y el calor se acumula rápidamente en todas las superficies", señaló Charles Bombardier, el cerebro detrás del jet, en su columna del periódico Globe and Mail.
Por otro lado, el calor que levantaría el avión sería otra de las grandes problemáticas a resolver. Los objetos que viajan pasado Mach 5 pueden alcanzar más de 980 grados centígrados y existe un límite para el tipo de materiales que pueden soportar ese tipo de temperaturas.
El estruendo sónico también está garantizado cuando un objeto rompe la barrera del sonido, y es una amenaza en las zonas urbanas, lo que significa que el Skreemr solo podría viajar a velocidades supersónicas al pasar sobre áreas no urbanizadas
Pero a Bombardier los retos nunca los han detenido antes y aclara que esta vez tampoco podrán hacerlo.