Nos sentamos a cenar, pasamos una hermosa velada muy bien atendidos y llega el momento en el que alguno pregunta, "¿cuánto hay que dejar?".
¿Cual es la cifra? ¿Es lo mismo en Europa que en Estados Unidos? ¿Y dentro de Europa es todo lo mismo? ¿Y en Asia?
El gigante web de viajes TripAdvisor confeccionó una sección de ayuda para saber cómo afrontar el escenario del pago extra después de un almuerzo o una cena cuando uno anda por el mundo.
La guía se llama "Tipping & Etiquette" y contiene un perfil de propinas, para restaurantes, hoteles o para acomodadores de butacas en un cine. Se detallan los porcentajes de los precios y las costumbres del lugar a visitar.
Una consejera de viajes de TripAdvisor comenta que "en algunas culturas, uno es tratado como un visitante honorable y jamás esperan que les des propina. En otras, pasas a ser parte de la familia por lo cual lo toman como un insulto".
Es importante investigar las costumbres de cada país antes de visitarlo
Veamos entonces cómo se maneja esto en el mundo.
- En países como Portugal, Alemania, Turquía o Hungría se suele dejar el 10% del costo total igual que en Argentina.
- En Estados Unidos se maneja entre el 15% y el 20% y los camareros en algunos casos lo reclaman.
- En España, Italia o Francia ya está incluida en el precio del plato y se debe dejar un monto mínimo, simbólico.
- Japón consideran la propina como un insulto. La percepción general es que se trabaja para que el cliente vuelva una próxima vez. Es decir que el mejor gesto que se puede dejar es regresar a comer allí otro día.
- En China se mantiene una costumbre similar, al igual que Corea del Sur, salvo que el último posee algunos hoteles en los que la propina está incluida en el servicio de habitación.
En muchos paises, en general con crisis económicas, los propios habitantes piden el pago extra por cualquier servicio que ofrezcan.
En estos casos, uno se siente obligado a pagar una propina por un servicio que no lo amerita o por el mero hecho de sentirse amedrentado. En momentos así hay que saber diferenciar, ya que hay una innumerable cantidad de casos en los que un turista se privó de realizar una actividad por el temor a enfrentar el momento de rechazarle una propina a un local insistente.