Vivir en el extranjero es una experiencia que todos, en lo posible, deberían probar alguna vez. Aunque sea por unos meses, un corto período de tiempo, trabajando de lo que puedas. La experiencia te abrirá la cabeza, te hará conocer cosas tuyas insospechadas hasta entonces y transformará definitivamente en otra persona.
Desde entrar en contacto con una cultura distinta, aprender un nuevo idioma y entablar amistades, hasta acceder a mejores oportunidades educativas y laborales, existen un sinnúmero de razones por las que es beneficioso migrar a otro país.
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Vivir en el exterior aunque sea una vez en la vida
El proceso de adaptarse a un lugar distinto y adoptar nuevas rutinas en tu nuevo hogar es un desafío que va a hacer que tu vida no vuelva a ser la misma.
1) Forjará tu carácter
Enfrentarte a una serie de desafíos cotidianos, desde encontrar un lugar donde vivir hasta comunicarte en otro idioma con personas que no comparten tu forma de pensar, te ayudará a desarrollar tu capacidad de adaptación, resiliencia y autosuficiencia.
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Quizás pases por momentos difíciles, pero dependerá de vos levantarte y seguir adelante. Más tarde en tu vida esta experiencia te ayudará a saber decir lo que querés o necesitás, así como a decir “no” cuando algo no te agrada.
2) Fortalecerá tu perfil profesional
Una estancia en el extranjero puede darte una ventaja competitiva en un mercado laboral complejo. Incluso si no cuentas con mucha experiencia, hablar una lengua y ser de una cultura diferente a las locales es de interés para ciertos empleadores, por ejemplo, en los corporativos trasnacionales, donde la relación entre clientes de diferentes nacionalidades está a la orden del día.
En caso de tener restricciones de visa para trabajar, puede ser el momento perfecto para obtener algún diploma o certificación, o realizar prácticas profesionales.
3) Enriquecerá tus gustos
La comida, la moda y la cultura local te generarán una mirada de nuevas sensaciones que influirán en tu estilo personal. Mientras estés feliz de seguir explorando y mantengas una mente abierta, tus preferencias evolucionarán.
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Además, al ser residente, podrás viajar con calma y conocer el país como un local, pasar los fines de semana en sus museos, lugares históricos o de ocio y maravillas naturales, y volver a visitarlos las veces que quieras.
4) Te hará más tolerante a las diferencias
Tendrás la oportunidad de observar a una nación y a su gente en un entorno familiar y cotidiano. Aprenderás nuevas formas de hacer las cosas y comprenderás la manera en la que los contextos históricos y sociales influencian las actitudes y comportamientos.
También, podrás forjarte una mejor imagen de normas y expectativas sociales, y adoptar algunas de ellas para adaptarte a tu entorno y sentirte más en casa.
Destino a elegir
Hay infinidad de posibilidades, pero mudarte a un país anglófono te permitirá adquirir o perfeccionar uno de los idiomas más solicitados a nivel profesional y académico.
Si el inglés no es la lengua oficial de tu país, es probable que necesites pasar un examen de certificación, requisito para ingresar a universidades, obtener becas, realizar trámites migratorios o postular para vacantes.
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