La célula yihadista catalana responsable de los atentados de las Ramblas, en Barcelona, y de Cambrils pretendía destruir la Sagrada Familia utilizando furgonetas bomba.
Importantes medios europeos cuentan hoy que fuentes de la investigación han indicado que este era el principal objetivo de los terroristas. Para perpetrar el ataque almacenaban en el piso franco de Alcanar, en Tarragona, una gran cantidad de explosivos y bombonas de butano. La destrucción de de su laboratorio les obligó a cambiar de plan y a actuar "a la desesperada y de manera más rudimentaria", por lo que optaron por el atropello masivo de los viandantes de la emblemática calle barcelonesa.
En rueda de prensa, el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, señaló ayer que la célula llevaba meses preparando "uno o una serie de atentados" en Barcelona de "mayor alcance" que los finalmente perpetrados.
A partir del rastro de las tres furgonetas alquiladas por la célula -todas ellas ya en manos de la policía tras ser recuperadas en Barcelona, Vic y Cambrils-, los Mossos han podido vincular a la célula radicada en Alcanar con los atentados de Barcelona.
Los Mossos d'Esquadra han realizado durante esta mañana explosiones controladas en la casa de Alcanar. Según un tuit difundido a primera hora de este sábado por la Policía catalana, las explosiones controladas se realizaran a partir de las 9,45 horas, por lo que se pide a la población que no se alarme. El mensaje de los Mossos decía textualmente lo siguiente: "En los próximos minutos tenemos previsto hacer varias explosiones controladas en Alcanar. Si oyes detonaciones no te alarmes".
Dáesh ya señaló que la Sagrada Familia era uno de sus principales objetivos hace justo un año cuando difundió una imagen en la que aparecían mezclados algunos lugares susceptibles de sufrir atentados. Además de la basílica catalana, figuraban el Big Ben de Londres, el Coliseo de Roma, la torre de Pisa, la estatua de la Libertad de Nueva York y el palacio de la Ópera de Sydney.
Misa solemne por la paz
La Sagrada Familia acogerá mañana una misa solemne por la paz por las víctimas en los atentados, así como por la rápida recuperación de los heridos y el acompañamiento de sus familiares.
La misa, que tendrá lugar a las 10.00 horas, será presidida por el arzobispo metropolitano de Barcelona, Joan Josep Omella, junto al obispo auxiliar Sebastià Taltavull y estará abierta a todos los ciudadanos hasta agotar aforo.
De esta manera, la Iglesia de Barcelona y la Sagrada Familia se suman a las muestras de condolencia de las instituciones públicas por este atentado que ha sacudido esta ciudad.
La Sagrada Familia informó ayer de que abrió sus puertas, recibió a los visitantes con normalidad y añadió que "a pesar de la tristeza de esos momentos, haremos lo posible para seguir la actividad habitual con la máxima seguridad".
