Conforme a un reciente análisis llevado a cabo por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el acto de volar en Europa ha alcanzado niveles de seguridad sin precedentes según los registros disponibles.
El informe anual de seguridad de la aviación mundial correspondiente a 2023 revela que el índice de "todos los accidentes" en Europa experimentó una mejora notable, disminuyendo de 0,98 por millón de sectores en 2022 a 0,48 accidentes en el año siguiente.
Esta cifra representa una mejora sustancial con respecto a la media quinquenal del continente, que se sitúa en 0,77 accidentes por millón. Lo que es aún más alentador, Europa ha mantenido un riesgo de mortalidad nulo desde el año 2018. Curiosamente, la principal causa de los incidentes registrados se atribuyó a fallos en el tren de aterrizaje, una eventualidad derivada de malfuncionamientos en la mecánica de la aeronave.
Aunque AITA afirma que la aviación sigue haciendo progresos impresionantes en materia de seguridad a nivel mundial, Europa es una de las regiones más seguras. De hecho, la mayoría de las regiones mejoraron su tasa de accidentes en comparación con 2022, con la excepción de Norteamérica y Asia Pacífico.
En el año 2023, se registraron alrededor de 37 millones de movimientos de aeronaves, incluyendo tanto reactores como turbohélices, lo que marcó un incremento del 17% en comparación con el año anterior. A nivel global, el índice de accidentes en todos los sectores alcanzó el 0,80 por millón, equivalente a un accidente por cada 1,26 millones de vuelos.
Este hecho no solo representa una mejora con respecto al índice de 1,30 registrados en 2022, sino que también constituye el índice global más bajo en más de una década. La disminución del riesgo de mortalidad en los vuelos ha sido notable, especialmente en los últimos 5 años.
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