Un fantástico video nos muestra una "cara" de Italia a la que nos asomamos poco. Las imágenes se suceden inspiradoras, frescas y relajantes, invitando a un recreo para conectar con el sonido y dejarse llevar por postales que nos hacen volar sobre las montañas más grandiosas de este bellísimo país.
Desde nuestras casas, viajamos a la montaña como punto de encuentro entre el cielo y la tierra, admirando la belleza desde lo alto gracias a un video rodado en calidad cinematográfica mediante drones.
El video invita a recorrer las montañas italianas más grandiosas de Italia. Las imágenes incluyen la fascinante cadena montañosa de los Dolomitas y el área de Monte Cervino, también conocida como la legendaria montaña Matterhorn, así como algunos pasos de montaña en el área del Tirol del Sur.
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Sobrevolando los Dolomitas
Los Dolomitas es una cadena montañosa de Italia que se extiende a las provincias de Belluno, Bolzano, Trento, Udine y Pordenone, en la parte septentrional de los Alpes italianos. El nombre proviene de Deodat de Dolomieu, geólogo francés que descubrió la composición de la roca en 1791. Anteriormente se les conocía por "Monti Pallidi".
La montaña más alta es la Marmolada con 3.342 metros, que domina el paisaje junto a otras cumbres con una altitud superior a los 3000 metros: el Antelao, el Pelmo, las Tofanas, la Civetta, el Sassolungo, el Piz Boè, la Cima de la Vezzana, entre otras
El turismo de naturaleza, el esquí o la escalada suelen llenar los pueblos en la región de los Dolomitas: solo su estación de esquí tiene más de 1200 kilómetros de pistas, siendo una de las más grandes de Europa.
Los Dolomitas fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2009, abarcando una zona de protección de cerca de 136.000 hectáreas. Constituyen uno de los paisajes de montaña más bellos del mundo, caracterizado por la presencia de paredes verticales, farallones cortados a pico y una gran densidad de valles angostos, profundos y largos.
El mítico monte Cervino
El monte Cervino es probablemente la montaña más famosa de los Alpes por su marcada forma piramidal, que ilustra el logotipo de los famosos Toblerones. El monte es conocido como Cervino en español e italiano, como Matterhorn en alemán, Mont Cervin o Le Cervin en francés o Hore o Horu en dialecto walser.
La cumbre del monte Cervino, con sus 4478 metros, es la quinta cima más alta de los Alpes, localizada en la frontera entre Suiza e Italia. Se sitúa encima de la ciudad de Zermatt, en el cantón del Valais, al noreste, y Breuil-Cervinia, en el Valle de Aosta, al sur.
El hecho de que la cumbre tenga su forma tan característica (como la de los dibujos infantiles de montañas) y que aparezca casi en solitario, sin otras cumbres cercanas que le hagan sombra, puede tal vez explicar la fascinación que despierta el Monte Cervino.
Fue la última de las grandes cumbres alpinas en ser escalada y en la parte suiza, en Zermatt, el museo Matterhorn o Zermatlantis muestra la importancia de la historia de la montaña, de sus valles colindantes, poblaciones y la evolución geológica, social y cultural de su área de influencia y entorno, así como el triunfo y tragedia de la conquista del Matterhorn.
El puerto del Gran San Bernardo
El puerto del Gran San Bernardo (en francés Col du Grand Saint-Bernard, en italiano colle del Gran San Bernardo) se sitúa entre Aosta (Italia) y Martigny (Suiza), con una altitud del 2.473 metros. La carretera asfaltada que lo corona, con una pendiente del 11% (construida en 1905) ha sido escenario de carreras míticas, tanto del Tour como del Giro. Es un desafío que enamora a los fanáticos del ciclismo de montaña.
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A pesar de lo inhóspito del lugar en invierno, en tiempo de los romanos se edificó sobre el collado el templo dedicado a Júpiter Penino, de ahí el antiguo nombre de Puerto de Monte Júpiter, luego Col de Mons Joux. El paso constituye una importante vía de comunicación a través de los Alpes.
El nombre proviene del antiguo hospital de religiosos construido en el paso en 1035 por obra de Bernardo de Menthon, con el fin de recobrar, asistir y proteger a los numerosos viajeros que se aventuraban por esas altitudes
A partir del siglo XVI, los canónigos del hospital tenían grandes perros que ayudaban al rescate de los viajeros en un entorno tan inhóspito, que con el tiempo fueron conocidos como raza San Bernardo.
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