El Coliseo es el principal símbolo de Roma, una imponente construcción que, con casi 2.000 años de antigüedad, te hará retroceder en el tiempo para descubrir cómo era la antigua sociedad del Imperio Romano.
La construcción del Coliseo comenzó en el año 72 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato del emperador Tito. Tras la finalización de la construcción el Coliseo se convirtió en el mayor anfiteatro romano, con unas dimensiones de 188 metros de longitud, 156 metros de anchura y 57 metros de altura.
El Coliseo en la Antigüedad
Durante el Imperio Romano y bajo el lema de "Pan et Circus", el Coliseo Romano permitía a más de 50.000 personas disfrutar de sus espectáculos preferidos. Las muestras de animales exóticos, ejecuciones de prisioneros, recreaciones de batallas y las peleas de gladiadores acompañaron durante años al pueblo romano.
El Coliseo en la Actualidad
El Coliseo se ha iluminado y se pueden hacer visitas nocturnas. Después de una importante restauración, ahora se puede hacer una visita que antes era solo posible para grupos turísticos privados. Casi todas las noches (menos martes y domingos) CoopCulture realiza recorridos de 75 minutos a través de la planta principal y del espacio subterráneo, en el que los gladiadores esperaban hasta entrar a la pelea. Hay guías en inglés, español e italiano, que durante el recorrido cuentan cómo era la vida durante el Imperio Romano.
La entrada cuesta 18 euros, 6 euros más que en horario normal. Se puede realizar esta visita nocturna de 8PM a 11PM.
Actualmente el Coliseo es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma. Cada año lo visitan 6 millones de turistas. El 7 de julio de 2007 el Coliseo se convirtió en una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El Coliseo no es el único que ha recibido cirugía estética: la Plaza de España y la Fontana de Trevi fueron recientemente restauradas.