En las redes se leen propuestas ingeniosas y otras muy absurdas. Internet le hace espacio a todas y es en ese lugar que ha impulsado la idea de juntar firmas pidiendo al Gobierno la demolición del Acueducto de Segovia. Increíble sin duda.
Mientras las administraciones se esmeran en la conservación y cuidado de ese monumento con 2.000 años de historia, todo un símbolo de la ciudad, la joya que identifica a los segovianos y que cada día atrae la mirada para la contemplación asombrada de tan magna obra de ingeniería de propios y visitantes, hay quien ha visto en él un símbolo de «opresión» por parte de los romanos.
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Ése es el argumento al que se agarra el promotor de esta iniciativa, el economista y colaborador en varios canales de televisión Jesús Arroyo. En la propuesta lanzada a la conquista de apoyos a través de la plataforma change.org, en poco más de un día ha logrado ya casi un centenar de apoyos, que comparten sus tesis a favor de la demolición del Acueducto de Segovia, un bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985 y que en 1884 ya había sido elevado a la categoría de Monumento Nacional.
La iniciativa reconoce que no será fácil hacer realidad sus pretensiones de demoler la obra que hace dos milenios, sin argamasa y con 20.400 sillares de granito, levantaron los romanos para llevar el agua desde la sierra de Guadarrama a la ciudad de Segovia.
El impulsor está dando a conocer su iniciativa a través de otras redes sociales para sumar más apoyos y entre los argumentos incluye que considera «lamentable» que en España «siga habiendo» un «símbolo de la mayor represión que ha existido en nuestra Historia» y aboga por construir con sus piedras un «centro por la memoria y contra la explotación laboral».
Fuente: ABC.es