También conocida como la París del Norte, esta ciudad situada al norte de Noruega es uno de los mejores enclaves para contemplar las coloridas auroras boreales.
Erigida entre tierra firme y varias islas, la ciudad divide sus encantos entre las montañas nevadas de los alrededores, los barrios de pescadores antiguos y el encanto de unos edificios que, incluso, inspiraron la película de Disney, Frozen.
Tromsø, ya a principio de los años 1900, era el punto de partida para las expediciones al Ártico. Y de aquí viene su sobrenombre: 'La Puerta del Ártico'.
Con poco más de 70.000 habitantes, Tromso es una ciudad que está acostumbrada a recibir turistas de todo el mundo que viajan hasta allí con la esperanza de encontrar la Aurora Boreal y poder inmortalizar esa imagen en sus retinas para el resto de sus vidas.
Si ese es tu caso te recomendamos que viajes hasta esta ciudad durante los meses de Enero hasta finales de marzo. Aunque el frío es mucho mayor que en verano es la única opción para disfrutar de este fenómeno, debido a que en verano el sol está casi todo el tiempo alumbrado Tromso, lo que se conoce como el sol de medianoche.
Precisamente en esta región del norte del país, una estudiante de doctorado de la Universidad de Standford, Kari Leibowitz, vivió un año investigando la salud mental de sus habitantes, que tenían unas tasas de depresión bajísimas en comparación a otras zonas nórdicas. Las conclusiones que extrajo ayudarían a cualquier a ver el invierno con otros ojos, y es tan sencillo y tan difícil a la vez como entender el profundo significado que encierra la palabra: 'koselig'.
Aunque muchos lo han traducido simplemente como 'acogedor', este concepto escandinavo no solo se refiere a un lugar, sino que es extrapolable a agradables conversaciones, comidas en familia e incluso personas. Se refiere a una atmófera que produce una sensación de calidez, simple y reconfortante. Y como Leibowitz indica, todos podemos llevar el 'koselig' a nuestras vidas. Así es cómo lo hacen ellos.
El sol de medianoche: Este fenómeno que ocurre en muy pocos lugares del mundo se presenta en Tromso desde el 18 de mayo hasta el 26 de julio, una persona puede ser capaz de ver el sol de manera permanente desde el 21 de mayo hasta el 21 de julio. Esto es debido a la cercanía de esta localidad con el Polo Norte, por lo que no hay una oscuridad real desde finales de abril hasta mediados de agosto.
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