A veces llamado "el pantanal argentino", Iberá es uno de los grandes complejos de humedales de agua dulce del planeta, con una superficie mayor a 1.300.000 has de pastizales y pantanos en la provincia de Corrientes, al noreste de Argentina.
El ecosistema sustenta una increíble vida silvestre que incluye más de 360 especies de aves. Doug y Kris Tompkins conocieron la belleza, la biodiversidad y el potencial de conservación del área a fines de los 90.
Desde entonces, Conservation Land Trust Argentina y los Tompkins personalmente, han adquirido más de 160.000 has en la cuenca del Iberá para la conservación de la biodiversidad y para proyectos de agricultura ecológica.
Ese modelo de progreso social a partir de la restauración ambiental y la reintroducción de especies, (ya hay 80 osos hormigueros), fue adoptado por el gobierno nacional y el de Corrientes, que ahora avanzan con la implementación del primer Plan Maestro de Desarrollo Ecoturístico en los Esteros del Iberá.
La búsqueda es convertir esa reserva, en la gran promotora del crecimiento económico local, a partir de una inversión de 1250 millones de pesos en infraestructura de base.
El acento del proyecto está centrado en la inclusión social y en la generación de 20.000 puestos de trabajo para sus 200.000 habitantes, gracias al impulso del ecoturismo
El nuevo nombre es Parque Ecoturístico Iberá y se convirtió en el área protegida más extensa y en el reservorio con mayor vida silvestre y biodiversidad del país.
Ahora, el humedal correntino, poblado por más de 4000 especies de flora y fauna, recibirá la inversión de $ 1250 millones en obra pública e infraestructura turística, para sumarle valor y posicionarlo en el mundo como el primer destino de naturaleza del país.
Competirá con el Pantanal brasileño, que hace tiempo viene cosechando importantes ganancias entre los viajeros internacionales. Se lo integrará, además, a un gran corredor verde, conectándolo mediante mejoras viales, con Puerto Iguazú, en Misiones, con el parque nacional El Impenetrable, en Chaco; con el bañado La Estrella, en Formosa, y con los bosques de yungas, en Salta y Jujuy.