Las Dolomitas ofrecen una combinación única de paisajes alpinos, rutas de senderismo, lagos de aguas turquesas y experiencias culturales que las convierten en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura. Al preguntarnos qué hacer en las Dolomitas, surgen muchas actividades y muchos lugares para ver.
Qué hacer en las Dolomitas
Las Dolomitas son un destino perfecto para quienes buscan combinar naturaleza, aventura y cultura en un entorno de belleza incomparable.
Las Dolomitas, conocidas como las Montañas Pálidas, son una de las cadenas montañosas más espectaculares del mundo, ubicadas en el norte de Italia, en las regiones de Véneto, Trentino, Alto Adigio y Friuli Venecia Julia. Su belleza única se debe a la roca caliza rica en dolomita, que al amanecer y al atardecer se tiñe de tonos rosados y rojizos, creando un paisaje de ensueño.
Actividades destacadas en los Dolomitas:
- Senderismo y trekking: Explora las famosas rutas de las Alte Vie, con 10 recorridos que suman aproximadamente 200 km, ideales para descubrir paisajes lunares y la historia geológica de la zona. La ruta circular alrededor de las icónicas Tre Cime di Lavaredo es una de las más populares, con vistas impresionantes y accesible desde el Refugio Auronzo.
- Deportes de montaña: En invierno, disfruta del esquí y alpinismo, mientras que en verano puedes practicar escalada, mountain bike y vía ferrata, actividades que aprovechan la espectacular orografía de la región.
- Eventos culturales: No te pierdas el festival Suoni delle Dolomiti, donde la música y la naturaleza se combinan en escenarios al aire libre, ofreciendo una experiencia cultural única en plena montaña.
- Exploración de lagos y paisajes: Visita el Lago di Braies, conocido como el "Lago Esmeralda", ideal para paseos en bote o caminatas alrededor de sus aguas cristalinas. Otros destinos naturales como el Lago di Sorapis y el Alpe di Siusi ofrecen panorámicas inolvidables y rutas para todos los niveles.
- Actividades acuáticas y de aventura: Para quienes buscan emociones, los torrentes y ríos de la zona permiten practicar rafting, descenso de barrancos y piragüismo.
Tre Cime di Lavaredo
El trekking alrededor de las míticas Tres Cimas de Lavaredo es la actividad estrella en las Dolomitas, con rutas bien señalizadas y vistas icónicas que representan la esencia de la región; es ideal para senderistas de todos los niveles, aunque la popularidad exige madrugar o reservar con antelación.
Lago di Braies
Este lago esmeralda es uno de los más fotografiados de Italia y permite tanto paseos tranquilos por su orilla como la posibilidad de alquilar botes, lo que lo convierte en una parada imprescindible tanto para familias como para amantes de la naturaleza.
Seceda (Alpe di Seceda)
Las vistas panorámicas desde Seceda, accesibles en teleférico y con rutas de senderismo para todos los públicos, ofrecen una de las postales más espectaculares de los Dolomitas, especialmente atractiva para fotógrafos y excursionistas.
Lago di Sorapis
La caminata hasta el Lago di Sorapis, de aguas turquesas y rodeado de montañas, es una de las rutas más populares y gratificantes para quienes buscan paisajes de cuento y un reto moderado.
Cinque Torri
Estas formaciones rocosas son famosas tanto para la escalada como para el senderismo, y su acceso sencillo las hace perfectas para una excursión corta con vistas singulares y la posibilidad de aprender sobre la historia local en los refugios cercanos.
Las Dolomitas son la cara amable de los Alpes: un jardín que recibe los aires cálidos del Mediterráneo, punteado por moles rocosas que parecen cinceladas por un gigante y por pueblos de tradición tirolesa.
Su característica principal es el color que las montañas adquieren al amanecer y al anochecer, un color rojizo, casi rosa, que hace único en el mundo el paisaje dolomítico. No te pierdas el inigualable espectáculo de un anochecer en las Dolomitas
Las Dolomitas forman parte de los 50 lugares italianos incluidos por la Unesco en la World Heritage List. Engloba 18 cimas que se elevan por encima de los 3.000 metros.
Le Corbusier, uno de los más famosos arquitectos del siglo XX, las definió como “la más bella obra arquitectónica del mundo”.
