La costumbre tan deliciosa que identifica a los españoles de "ir de tapas", o recorrer bares degustando bocadillos elaborados con diferentes productos, tiene también su versión brasilera, que en lugar de tapas se llaman petiscos o comida de boteco.
Petiscos
La única diferencia con España son los componentes de las "tapas".
En Brasil llaman 'petiscos' o 'comida de boteco' -así se denominan a esos bares-, a aquellos platos que se comparten con amigos en el bar. Son como las tapas españolas, si bien cada región brasileña tiene un tipo característico de petisco".
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El director de Marketing y Relaciones Públicas de Embratur, Ente Brasileño de Turismo, cuenta que "en Bahía es posible comer deliciosos y frescos frutos del mar como camarón frito y cangrejo, pero en cada región es diferente porque se utilizan los ingredientes típicos de cada lugar".
Durante el verano, cuando la gente aprovecha para salir o al regresar de un día de playa, los brasileros y turistas se dirigen a los bares de boteco para disfrutar, acompañados de una cerveza, de los distintos bocados que por lo general están divididos en bolinhos, similares a las croquetas españolas, y pasteis, una especie de empanadas fritas.
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A diferencia de las croquetas españolas, rellenas con jamón crudo o serrano, los bolinhos pueden ser de camarón, que son los más tradicionales, y de bacalao con cebollita de verdeo, mientras que los pasteis suelen ser de carne o queso, o de carne seca deshidratada.
Pero también hay bolinhos rellenos con los tres ingredientes de la feijoada: pedacitos de cerdo, poroto y "couve", un yuyo tradicional de Brasil, además de los que se preparan de feijoa blanco pisado, que es como la base de la croqueta.
Delicias que se sirven en en los botecos
- Caldinho de feijão
- Bolinho de aipim de feijoada o de polenta
- Coxinha de frango o de frango con catupiry
- Empanada de camarão
- Queijo coalho na chapa o na brasa
- Tapioca rellena
- Milho verde cozido
- Acarajé
"No se va a ver a nadie que llega a un boteco que vaya a pedir un bife o pollo frito, porque va a degustar este tipo de comiditas más parecidos a las picadas, pero sin jamón, ni queso, ni aceitunas", precisan desde el Embratur.
"En Brasil, comer petiscos es una pasión nacional, relacionada con lo social, con el encuentro y la distensión. Amigos y familia, en casa, bares o en la naturaleza, la comida en pequeñas porciones forma parte de la tradición en todo el país", agregaron.
