Oxford, junto con Cambridge, es una de las ciudades universitarias inglesas que más han calado en la imaginación de todos los amantes de la cultura.
Oxford, la ciudad de la tradición
La tradición es en Oxford una constitución no escrita donde se estipula cómo se poda un seto, cuándo se corta el césped, o en qué ojal del subfusc -traje académico- se coloca el clavel para ir a un examen de Prelims.
O también, cómo se alinean las embarcaciones para una regata de remo en el Támesis.
El lema es: que todo siga igual para seguir avanzando
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La Universidad de Oxford, es la más antigua del mundo y una verdadera atracción local. Pero no solo vale la pena visitar esta localidad por sus colegios universitarios –que son increíbles, y podrían ser considerados una ciudad en sí─, sino también por su arquitectura espectacular.
Cómo llegar a Oxford
Se encuentra a tan solo 80 kilómetros de Londres, y es conocida como “la ciudad de las agujas de ensueño”, por la armonía de la arquitectura gótica de sus edificios universitarios.
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No te recomiendo ir en auto ya que es una gran problema estacionar. Lo mejor es ir en tren. Salen de la Estación Paddington cada media hora. El trayecto dura una hora y cuesta unas 20£ si comprás el billete en la estación, o unas 9,50£ si lo comprás con antelación. Una vez llegues a la estación de Oxford, caminado 10 minutos llegarás al centro histórico.
Qué ver en Oxford
Una vez ahí verás que Oxford es muy accesible para recorrerla en un día porque no es excesivamente grande y porque todo está concentrado en el centro de la ciudad. Pero es importante organizarte para poder aprovechar la visita.
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Podrás hacer un recorrido por esos sagrados recintos de la Universidad y también seguir los pasos de primeros ministros, poetas y… También de Harry Potter.
Aquí se rodaron varias escenas de la saga; por ejemplo, la biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford, resultó ser el lugar perfecto para la biblioteca de Hogwarts.
De estos colegios surgieron 46 premios nobel, 26 primeros ministros o presidentes, incluyendo a Bill Clinton y Tony Blair, además de reyes, santos, novelistas y poetas.
Empezamos el recorrido entonces:
Christ Church College & Cathedral
Es un colegio y soberbia catedral normanda a la vez, uno de los más visitados de Oxford desde que prestara sus solemnes estancias para simular el colegio Hogwarts, en las aventuras cinematográficas de Harry Potter.
El comedor de Hogwarts es el del Christ Churt College & Cathedral
También sirvió de inspiración a Lewis Carroll para escribir Alicia en el País de las Maravillas. Dice la leyenda que los jardines de esta universidad son los que Carroll intentaba plasmar en su libro.
Desde ahí subiendo por St. Aldate’s y llegarás a Cornmarket Street, una calle comercial donde suelen reunirse músicos callejeros. Pasando por Broad Street llegarás al Balliol College, un colegio universitario del siglo XIII donde estudió el alcalde de Londres.
Biblioteca Bodleian
En la misma calle está el edificio Clarendon, donde estaba la imprenta de la universidad. Ahora lo que alberga es la Biblioteca Bodleian, un impresionante edificio con más de 9 millones de volúmenes, que se convierte en visita obligada.
Miles, millones de libros, manuscritos e incunables se alinean en los anaqueles de las bibliotecas de los college o de la Bodleyan Library, a la que por un acuerdo de 1610 el gremio de libreros de Londres dona un ejemplar de cada libro publicado en Gran Bretaña.
Esta gigantesca biblioteca con 178 kilómetros de estanterías ha aparecido en la saga de películas de Harry Potter.
Sheldonian Theatre
Al lado de la Bodleian Library está el Sheldonian Theatre. Subir hasta lo alto de su cúpula te garantizará unas vistas preciosas de todo Oxford.
Las ceremonias de graduación de la universidad se realizan en este teatro.
Avanzando un poco más encontrarás otro edificio histórico: la Radcliffe Camera. Actualmente se utiliza como sala de lectura, antes de la Bodleian era la biblioteca.
Paco Nadal dice: "hay días en que los pináculos góticos de Oxford emiten destellos tan dorados como si el sol se acostara sobre una corona de oro. Otras veces, la bruma pegajosa se desploma sobre sus piedras bruñidas y la envuelve con un manto gris, intimista y melancólico durante días, semanas quizá, aunque el calendario se empeñe en recordar que en el resto del hemisferio es verano".