La Gran Manzana invita siempre a fotografiarla, a dejarse llevar por la adrenalina que genera la increíble Manhattan y sentir que cada uno de nosotros puede llevarse una imagen diferente. Pasear por Nueva York en otoño es diferente, los rojos del Central park encandilan y permiten soñar sin pausa.
Nueva York en otoño
Expresar esa dosis de creatividad que todos llevamos dentro y allí parece estar al alcance de quien quiera descubrirla. Anímate a hacer largas caminatas y tomar maravillosas fotos.
En Nueva York el verdadero otoño comienza en octubre, un mes que ofrece una combinación de días cálidos y fríos, pocos días de lluvia y hermosos paisajes de follaje en parques de la ciudad como el Central Park, o a lo largo de Park Avenue, o en la parte norte de Manhattan.
Podemos ensayar un encuadre del impresionante conjunto que rodea la One World:
y no resistir la tentación del blanco y negro para jugar con las nubes.
O encontrar nuestro modo de fotografiar los rascacielos cada vez más altos en la calle 57
Luego bajar las escaleras del metro en Columbus para que la foto encuadre
Sabiendo que muy cerca, en el Central Park, el otoño espera, deslumbrante.
Encontramos efectos insólitos en gente extasiada por el paisaje.
Y todo cambia de tono por segundos, por ejemplo, desde la terraza del Belvedere Castle cualquier ángulo puede servir para retratar tanta belleza.
Cae la tarde, serena y silenciosa, mientras nos despedimos del parque.
Y seguimos delirando un ratito más en la midtown, combinando estatuas y rascacielos en la sexta avenida.
Para terminar en el clásico y magnífico Rockefeller Center
Nada más hermoso que viajar.