Una de las ciudades más emblemáticas de Italia, Milán, está considerando una medida inusual: la prohibición de la venta de helados durante la noche. Esta propuesta surge como una solución ante ciertos desafíos en la vida nocturna de la ciudad, pero ha generado debate debido a su posible impacto en la vida diaria de los ciudadanos.
Las autoridades de Milán, lideradas por el vicealcalde de Seguridad Pública, Marco Granelli, han propuesto esta medida como parte de un esfuerzo por controlar la agitada vida nocturna de la ciudad. Se plantea prohibir la venta de comida para llevar después de ciertas horas en los distritos conocidos por su actividad nocturna.
Los horarios propuestos para la prohibición son:
- De lunes a viernes, la venta de comida estaría prohibida desde la medianoche en adelante.
- Los sábados, domingos y feriados, la restricción comenzaría a partir de la 1:30 a.m.
Además, se requeriría el cierre de las terrazas de bares y restaurantes, con la esperanza de dispersar las multitudes y restaurar la tranquilidad en los vecindarios. Esta medida, de ser aprobada, tendría vigencia desde mayo hasta noviembre, coincidiendo con la temporada de primavera y verano en Europa.
El alcalde Giuseppe Sala ha justificado esta propuesta argumentando que una parte significativa de la población se queja del ruido nocturno excesivo, y que es importante abordar las necesidades tanto de los residentes como de los comerciantes nocturnos.
Sin embargo, la sugerencia de prohibir la venta de helados ha generado críticas, ya que disfrutar de un helado durante un paseo nocturno es una tradición arraigada en la cultura italiana.
La medida afectaría a áreas específicas de la ciudad, incluyendo distritos centrales como Brera y Ticinese, conocidos por su vida nocturna animada, así como el puerto interior de Darsena, un popular punto de encuentro nocturno para residentes y visitantes.
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