El Sur de Francia es sin duda uno de los lugares más atractivos del Sur de Europa. Hoy queremos proponeros 3 rutas en tren que irán desde la Provenza hasta la zona de Adge. Entre nuestros destinos estarán Perpiñán, Narbona o Montpellier.
En muy poco tiempo, con toda puntualidad y además en un viaje lleno de disfrute y relax podremos estar en cualquiera de las estaciones de estas tres maravillosas ciudades.
Con Renfe-SNCF en Cooperación es posible viajar con una oferta de hasta siete desplazamientos al día. Con una oferta tan amplia y regular no hay excusa para no dejarse conquistar por estas 3 rutas en tren.
Ruta hacia Perpiñán
Perpiñán es el perfecto ejemplo de lo que supone el Sur de Francia. Una ciudad que vive en medio de varias culturas, entre otras la ascendencia catalana. Debemos recordar que Perpiñán, la primera parada en estas 3 rutas en tren, perteneció a España hasta la Paz de los Pirineos. Aún así conserva mucho del ideario e influencia de su pasado.
El Palacio de los Reyes de Mallorca es sin duda uno de sus emplazamientos más importantes. El nombre se debe a que Perpiñán era la capital del llamado Reino de Mallorca, desaparecido a manos del de Aragón.
La Catedral de Perpiñán, dedicada a San Juan Bautista, es una magnífica pieza gótica que merece la pena visitar. La entrada a ella es gratuita y tiene un horario de visita bastante amplio.
Si lo que buscás es una visita cultural, “A cent metres du centre du monde” es una amplia galería que ofrece trabajos artísticos de todos los tipos.
Ruta por Narbona
Narbona cuenta, sin duda, con algunos rincones inolvidables. Esto se debe a su pasado medieval prácticamente intacto. Visitar Narbona es quedarse pasmado ante lo imponente de su catedral, sus calles y en general todos los sitios que nos evocan un tiempo pasado.
La Abadía de Frontfroide es sin duda el emplazamiento más célebre de Narbona. Data nada más y nada menos que del siglo XI. Nos da la posibilidad de conocer cómo era lo más genuino de la vida en la Edad Media a través de los monjes que vivían en ella. En un entorno idílico, podemos asegurar que este es probablemente el sitio más hermoso de las 3 rutas en tren.
Narbona cuenta con numerosos museos dedicados a diferentes temáticas. Entre ellos se destaca el Museo de Arte e Historia. Enclavado en un magnífico Palacio que era la antigua vivienda de los Obispos, ofrece multitud de pinturas, esculturas y en general patrimonio artístico y cultural imperdibles.
La Catedral de Narbona es un monumento espectacular en todos los sentidos. Además de todo ello, Narbona destaca por una gastronomía de mucho carácter y multitud de actividades para realizar todo el año.
La ruta a Montpellier
Un paseo por los jardines de Château de Flaugergues es una de las sensaciones más apacibles que podemos obtener de estas tres ciudades. De corte típicamente versallesco, con su disposición cuadriculada y cuidada al detalle, nos hace sentir transportados a la época de la mismísima Maria Antonieta.
La Catedral de San Pedro es sin duda el monumento más famoso. Es de estilo gótico. Sin embargo, la superposición de distintos estilos en las reformas ha hecho que su apariencia sea muy peculiar. Toda su planta y en general su apariencia son el resultado de la mezcla de estilos. Sin duda merece la pena apreciarla.
El Barrio de Antigona en Montpellier es un lugar muy interesante. Su arquitectura oscila entre el neoclasicismo y la arquitectura de vanguardia. Es muy estimulante perderse por sus calles y contemplar sus edificios bajos pero solemnes o sus numerosas plazas. Para aquellos que sean aficionados a la arquitectura, este barrio junto con la arquitectura de la Catedral de San Pedro les dará dos experiencias inolvidables.
Por último, lo mejor es dejarse llevar por la propia ciudad. Sin duda el final del recorrido será la Plaza de la Comedia. Un agradable paseo te lleva a esta plaza donde tradicionalmente ha estado situada la Ópera de Montpellier. La iluminación, el adoquinado y en general el ambiente propio del Sur de Francia te harán sentir que estás en el lugar adecuado.
Estos tres emplazamientos suponen 3 magníficas excusas para 3 rutas en tren. En una hora y veinte minutos desde Barcelona podremos estar contemplando el Palacio de los Reyes de Mallorca en Perpiñán, por ejemplo. Todo ello en un medio de transporte limpio, seguro y muy puntual. Disfrutá del viaje y del paisaje.
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