El auge de las compañías aéreas low cost ha hecho que la comodidad de los viajeros sea cada vez peor. Asientos estrechos, poco acolchados, poco espacio para las maletas... Pero el intento por economizar los vuelos de estas compañías ha llegado a límites insospechados.
La idea no es nueva: ya en 2009 Spring Airlines, compañía de bajo coste de China, propuso la idea de instalar en sus aeronaves asientos verticales (o sea, algo parecido a un asiento pero donde el viajero, más que sentarse, se apoyaría) cuyo coste sería menor al de los asientos normales.
Pero ahora la idea ha cobrado vida. En la muestra Aircraft Interiors Expo, una feria de mobiliario aeronáutico que se celebra en Europa, la firma italiana de diseño de interiores de aviones presentó unos asientos para viajar prácticamente de pie.
Los asientos, llamados Skyrider 2.0, tienen un base parecida a una bicicleta con un respaldo totalmente vertical. La distancia entre cada uno de ellos es de 58,4 centímetros. Una "low cost" como la española Rynair, por ejemplo, tiene una distancia entre asientos de 76 centímetros.
El 2.0 del nombre se debe a que se trata de una versión mejorada de un prototipo presentado en 2010
"Su característica principal es que la parte inferior garantiza una mayor posición vertical del pasajero y que permite la instalación del asiento a un paso reducido, mientras se mantiene una comodidad adecuada", señala la compañía, que recalca que este asiento "representa la nueva frontera de los billetes de bajo coste y la experiencia de los pasajeros".
Los ingenieros de Aviointeriors indican que el Skyrider 2.0 es “de ultradensidad” (porque caben más personas en el avión en menos espacio) ya que permite hasta un 20 % más de asientos en una aeronave.
“Estamos convencidos de que se usará en aviones comerciales, quizás no de manera inmediata, pero definitivamente será una posibilidad para los vuelos de corta distancia”, declaró un representante de la firma italiana al periódico británico The Telegraph.
En 2012 el presidente de Ryanair, Michael O’Leary, anunció que la compañía los instalaría en sus vuelos de menos de 90 minutos de duración en cuanto las autoridades aeronáuticas lo permitieran.