Este ícono londinense a orillas del Támesis alberga un sangriento y oscuro pasado que lo ha convertido en uno de los lugares donde se han visto más apariciones de fantasmas, algunos de ellos de la realeza.
Durante más de 900 años la Torre de Londres fue sinónimo de terror debido a que se trataba del lugar en el que eran encerrados todos aquellos que ofendían al monarca. La mayoría de los presos malvivieron en condiciones espantosas y no salieron con vida, o fueron torturados antes de ser ejecutados en la cercana Tower Hill (Colina de la Torre).
Fueron muchos los personajes de gran relevancia que tuvieron la desgracia de sufrir entre las paredes de la Torre de Londres, entre los que se incluyeron algunos reyes derrocados, aristócratas y clérigos acusados de traición. Algunos de los personajes más destacados entre los que fueron ejecutados en la Torre Verde fueron la reina consorte Ana Bolena, la reina Jane Grey, el barón William Hastings, o el pensador y escritor Tomás Moro.
Hoy en día, gracias a sus muros inexpugnables, alberga las famosas joyas de la Corona británica.
Pero esta fortaleza además encierra una gran leyenda
El rey Carlos II, quien reinó en la segunda mitad del siglo XVII, difundió un decreto según el cual debe haber al menos seis cuervos siempre en la Torre. La historia dice que el día que los cuervos abandonen la Torre, se desplomaría la torre y con ella el reino.
Por ello, se les corta un trozo de ala para que no se alejen demasiado del edificio y se les mima con todo tipo de caprichos. Su cuidado cuesta unos 4.600 euros al año.
Una fortaleza con mucha historia
La Torre de Londres es un lugar cargado de historia y de momentos apasionantes, algo que la convierte en una de las visitas imprescindibles de Londres. En el interior hay varios edificios que se pueden recorrer por lo que conviene dedicarle varias horas a la visita.