
Cada año, millones de viajeros recorren museos y galerías buscando ver de cerca las obras que marcaron la historia del arte. Detrás de cada pintura hay una historia, un artista y un destino que vale la pena visitar. A continuación, un recorrido por los cuadros más famosos del mundo y el lugar exacto donde encontrarlos.

Museos de todas las épocas o galerías de arte especializadas conforman la amplia oferta que, especialmente las grandes capitales, ofrecen a los inquietos viajeros. ¿Cuáles son las pinturas más famosas del mundo y dónde están?
Desde la Mona Lisa, el Guernica de Picasso y el retrato de Jan Van Eyck hasta la obra maestra de Gustav Klimt, hay una larga lista de las mejores pinturas de todos los tiempos. Te invitamos a compartir el placer de contemplar un buen lienzo y de paladear el poder magnético que ejercen sobre nosotros.
Qué vas a encontrar en esta nota:
Pinturas más famosas del mundo: cuáles son
Las principales pinturas del mundo, tras un largo recorrido por numerosas galerías y mecenas, suelen residir en sus países de origen. Exponerlos es una forma de rendir tributo a artistas de todos los estilos y épocas.

Las pinturas más famosas del mundo no tienen por qué ser las mejores pinturas de la historia del arte, sino aquellas pinturas que se han convertido, con el paso del tiempo, en íconos culturales
Son imágenes populares, fácilmente reconocibles, reproducidas, homenajeadas e, incluso, parodiadas. Hagamos un recorrido por algunas de las maravillosas obras de arte que embellecen al mundo.
Un viaje por el arte y el mundo: dónde están los cuadros más famosos
Es difícil hacer una valoración de las mejores obras de arte de la historia, pero estas doce pinturas sin duda merecen liderar el ranking. ¿Te animas? Arranquemos el paseo... No debería ser una sorpresa que la pintura más famosa del mundo sea una misteriosa mujer con la enigmática sonrisa. ¿Te suena?

La Mona Lisa – Leonardo da Vinci
Museo del Louvre (París, Francia). Es la obra más visitada del planeta. Su enigmática sonrisa, su técnica de sombreado (sfumato) y el misterio sobre la identidad de la modelo la convirtieron en un ícono universal. Imperdible: el salón Denon, donde está protegida por un cristal blindado y custodiada permanentemente.
También conocido como La Gioconda, este cuadro ha suscitado numerosas teorías acerca de su trasfondo, del tesoro escondido tras esa sonrisa apacible, e incluso de su sexo e identidad. Y si bien sus dimensiones decepcionan en persona, nadie puede negarle su condición de obra icónica indiscutible.

La Noche Estrellada – Vincent van Gogh
Museo de Arte Moderno (MoMA) – Nueva York, Estados Unidos. Pintada en 1889 desde la habitación del artista en Saint-Rémy, expresa su visión del cielo con un estilo único, lleno de movimiento y emoción. Imperdible: observar de cerca la textura del óleo, con pinceladas gruesas que le dan vida y profundidad.
Van Gogh no fue reconocido hasta después de su muerte y prueba de ello es que éste es su único cuadro vendido en vida. Pobre, excéntrico y enfermo, el pintor holandés concibió esta pintura desde la ventana de un sanatorio de Saint Remy en 1889, si bien una versión más realista del mismo fue concebido un año antes en Arles.

Varios de sus cuadros merecen un lugar entre las pinturas más famosas del mundo.
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El Grito – Edvard Munch
Museo Nacional de Noruega (Oslo). Símbolo de la angustia moderna, esta pintura representa el grito existencial del ser humano. Imperdible: hay varias versiones del cuadro; la más famosa se encuentra en el museo inaugurado en 2022 en Oslo.
La obra más famosa del pintor noruego Edvard Munch fue concebida en 1893, y aunque mantiene numerosas cualidades como la obra de Van Gogh, ésta fue reconocida en vida del autor. Además, a más de de 150 años de su creación, sigue siendo reconocida como una de las pinturas más famosas del mundo.

La creación del lienzo coincidió con la hospitalización de la hermana de Munch aunque la sensación de ansiedad que inspira el cuadro obedece a un extraño fenómeno que convierte el cielo noruego de un color rojo que, tal como describía el diario de Munch, le provocaba pánico y ansiedad.
La ambientación pertenece a la calle Valhallveien de Oslo, y la obra puede encontrarse en la National Gallery de la capital noruega.
La Última Cena – Leonardo da Vinci
Convento de Santa Maria delle Grazie (Milán, Italia). Una de las obras maestras del Renacimiento. Representa el momento en que Jesús anuncia la traición de Judas. Imperdible: las visitas son con reserva previa y en grupos pequeños, para proteger la pintura original del siglo XV.

La Última Cena de Leonardo da Vinci (Cenacolo Vinciano), obra creada entre 1495 e 1497, aún se puede contemplar en su primera ubicación, la pared del comedor del antiguo convento de los dominicos de Santa Maria delle Grazie en Milán.
El Beso – Gustav Klimt
Palacio Belvedere (Viena, Austria). Mezcla oro, sensualidad y simbolismo. Es la obra cumbre del modernismo vienés y uno de los cuadros más reproducidos de todos los tiempos. Imperdible: ver cómo la luz real interactúa con el pan de oro del lienzo, generando reflejos únicos.

El palacio Belvedere de Viena no es solo un esplendoroso palacio, también cuenta con la mayor colección de cuadros de Gustave Klimt del mundo. El Beso, de 180 cm, fue realizada entre los años 1908 y 1909, y muestra a Klimt y a su enamorada, Emilie Flöge, como pareja.
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Las Meninas – Diego Velázquez
Museo del Prado (Madrid, España). Su compleja composición y el juego de espejos la convierten en una obra maestra de la perspectiva. Velázquez se autorretrata dentro del cuadro, rompiendo los límites del arte clásico. Contemplarla en el Prado junto a otras joyas del Siglo de Oro español.
El Museo del Prado de Madrid es una institución casi bicentenaria que guarda las colecciones más extensas de Velázquez, pero también de otros pintores tan relevantes como Goya, El Bosco, El Greco, Rubens o Tiziano.
Junto con el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía forma el llamado Triángulo del Arte.

Guernica – Pablo Picasso
Museo Reina Sofía (Madrid, España). Una de las obras más potentes del siglo XX. Picasso pintó este mural en 1937 como denuncia de los horrores de la guerra civil española. Imperdible: su tamaño (7,8 metros de ancho) impacta en persona; ver las obras preparatorias en la misma sala amplía la experiencia.
La Joven de la Perla – Johannes Vermeer
Mauritshuis (La Haya, Países Bajos). Conocida como “la Mona Lisa del Norte”, destaca por su luz, delicadeza y misterio. Imperdible: ver el brillo real del pendiente y el contraste del fondo oscuro, que parece hecho con luz natural.
La Creación de Adán – Miguel Ángel
Capilla Sixtina (Ciudad del Vaticano). Una de las imágenes más reconocidas del mundo. Miguel Ángel pintó el techo de la Capilla entre 1508 y 1512, con escenas del Génesis. Imperdible: mirar hacia arriba y descubrir los detalles del encuentro entre Dios y Adán.
La Persistencia de la Memoria – Salvador Dalí
Museo de Arte Moderno (MoMA) – Nueva York, Estados Unidos. Los relojes derretidos simbolizan el tiempo que se disuelve en el inconsciente. Es la pintura surrealista más icónica de Dalí. Imperdible: recorrer el MoMA y descubrir la colección completa de arte moderno europeo.
El fondo recuerda al natal Port Lligat del autor mientras sus míticos relojes fundidos reflejan la pérdida del tiempo durante el sueño y la exclusiva continuidad de los recuerdos.

La Escuela de Atenas – Rafael Sanzio.
Dónde está: Museos Vaticanos (Ciudad del Vaticano). Representa a los grandes filósofos de la Antigüedad y es una de las síntesis más perfectas del pensamiento humanista. Imperdible: los colores, la profundidad arquitectónica y la serenidad del conjunto.
El Juicio Final
Nunca te alcanzará el tiempo para poder conocer todo lo que guardan los Museos Vaticanos, porque solo el tiempo que se necesitaría para admirar cada pincelada de la capilla Sixtina, la obra maestra del pintor italiano Miguel Ángel, es realmente importante.

El mural realizado al fresco que decora su ábside es El Juicio Final, un enorme conjunto pictórico cuyo tema está inspirado en el pasaje del Apocalipsis de San Juan. Y en el techo, La Creación, también te dejará sin palabras.
Esta maravillosa obra de Miguel Angel, a pesar de no estar enmarcada como las otras de esta lista, es por decisión unánime de los amantes del arte, una de las pinturas más famosas del mundo.
Las Dos Fridas, de Frida Kahlo
Una de las mejores representaciones de la pintura latinoamericana recae en la mexicana Frida Kahlo, mujer pasional y carismática, que concibió en sus obras un sufrimiento en primera persona combinada con el surrealismo y los motivos nativos.

Su divorcio del también famoso pintor Diego Rivera concibió este autorretrato que simboliza dos versiones de sí misma: un perfil derecho que inspira tradición y amor (corazón entero), y el perfil izquierdo simboliza el cambio hacia nuevas culturas, mientras el corazón agoniza.
Concebido en 1939, la obra se expone en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de Mexico y es una de las pinturas más famosas del mundo.
Guernica, de Pablo Picasso
Siguiendo con sufrimientos, esta obra atrapa los suspiros de la Guerra Civil Española, concretamente del pueblo vasco de Guernica, plasmados por el malagueño Pablo Picasso en 1937.
La obra es un puzzle de infinitas interpretaciones en la que tienen cabida iconos españoles como el toro o la agonía reflejada en esa mujer que implora al cielo o a los guerreros caídos.

Tras permanecer en el MOMA neoyorquino durante la dictadura franquista, el cuadro pasó a formar parte del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en las inmediaciones de Atocha, en Madrid, desde 1992.
La Ronda de la Noche, de Rembrandt
Para conocer la que es una de las obras maestras del pintor neerlandés Rembrandt hay que viajar a Amsterdam y visitar el Rijksmuseum, especializada en arte neerlandés.
Realizada entre 1640 y 1642, esta pintura que muestra a soldados preparados para embarcarse en una misión es una de las joyas de su exposición permanente.

El estanque de Ninfeas o nenúfares, de Claude Monet
El estanque de Ninfeas o nenúfares representa un antes y un después en su obra. Monet pintó este estanque un gran número de veces; de hecho, se convirtió en el tema más recurrente de esta última etapa de su carrera pictórica.
Su casa con jardín en Giverny es el escenario, donde instaló un estanque con plantas exóticas que se convertiría en el modelo de sus famosos nenúfares.

El estanque de Ninfeas se encuentra desde 1929 en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos.
Las pinturas más famosas de todos los tiempos
Ver las pinturas más famosas del mundo es también una manera de conocer la historia de la humanidad. Cada museo es un destino en sí mismo, y cada obra, una ventana a otra época. Si estás planeando una ruta cultural para 2025 o 2026, incluir estos lugares te garantizará una experiencia inolvidable.
Es imposible mencionar cuántas obras han sido creadas durante milenios, lo que sabemos es que solo un porcentaje relativamente pequeño se consideran clásicos y se han vuelto familiares para el público.
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