Si existe un lugar que reúna todo lo que uno espera encontrar cuando hace turismo en Escocia, ése es sin duda la Isla de Skye. Esta isla, situada al noroeste del país, puede presumir de tener los paisajes más impactantes gracias a una naturaleza exuberante, salpicada de castillos aislados por los que parece no haber pasado el tiempo.
La sensación es que estás en otro mundo. Al admirar sus parajes casi salvajes parece que la mano del hombre ha pasado de largo por aquí. Para recobrarse de tanta magnificencia, nada como visitar sus pueblos, poseedores de ese encanto especial que tienen las postales antiguas.
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La isla de Skye custodia una colección extraordinaria de tesoros naturales. Penínsulas remotas, montañas y formaciones rocosas que adoptan siluetas caprichosas, riachuelos y cascadas abriéndose paso en el terreno tortuoso, casitas blancas entre lenguas de hierbajos y flores…
Es un lugar delicioso para excursionistas y escaladores, y también una isla suficientemente pequeña para recorrerla en un par de días, conduciendo por carreteras estrechas y tranquilas donde las passing places (salientes para apartarte si viene un coche en dirección contraria) son la norma.
Cómo llegar a la isla de Skye
Si venís desde el este, desde tierra firme en Escocia, hay dos opciones para acceder a la isla de Skye:
- Cruzar el puente Skye Bridge (gratis). Si tomás la A-87 entrarás a la isla por carretera, cruzando el puente. Poco antes de entrar a Skye está el castillo Eilean Donan.
- Subir al ferry de Mallaig (de pago). El ferry cruza desde Mallaig (tierra firme) hasta Armdale (en la isla).
Mucha gente entra por un lado y sale por otro. No hay otra diferencia que el precio, ya que si querés ir al norte de la isla acabarás tomando la misma carretera (A-87).
El problema es que solo hay dos o tres ferries al día (los domingos, solo uno) y en temporada alta se llenan rápido, por lo que conviene reservar con bastante antelación. El trayecto dura una media hora y cuesta 2,80 £ por persona (solo ida) y 9,40 £ por coche.
Si querés llegar a Skye directamente desde Edimburgo y en transporte público, deberás subir a un tren que conecte la capital con Mallaig, y allí utilizar el ferry para cruzar a la isla. El trayecto dura unas 6 horas y cuesta en torno a 65 libras.
¿Qué ver en la Isla de Skye?
Son muchos los atractivos de un lugar como Skye, y es imposible abarcarlos todos en un primer viaje. Es mejor dedicarse a conocer bien una parte de la isla que tratar de verla entera deprisa y corriendo.
La Isla de Skye es un destino perfecto para recorrer en familia: cómodo, seguro y con muchas actividades que hacer
La isla de Skye se visita en el sentido contrario a las agujas del reloj, esa es la forma más habitual de recorrer la isla: es decir, desde el primer sitio que encontrarás al entrar en la isla a través del Puente de Skye, siguiendo hacia el norte, después al oeste, más tarde hacia el sur y por último al este.
Sligachan
Este lugar no suele aparecer en la mayoría de rutas de turismo en Skye y sin embargo merece la pena verlo por la imagen de postal tan bonita que nos regala su puente de piedra con las montañas de los Cuillin recortadas al fondo. Lo encontrarás desde el cruce de las carreteras de Portree, Dunvegan y Broadford.
Portree
Considerado la capital de Skye, este pequeño pueblo concentra alguno de los principales servicios (restaurantes y bed & breakfast, una oficina de turismo, cajeros, supermercados, etc.).
Es un buen punto de partida desde el que recorrer la isla, y la imagen de sus casas de colores en el puerto una de las más bonitas de Skye.
Old Man of Storr
Seguro que has visto esta imagen alguna vez en tu vida: una roca muy alargada que se erige sobre una montaña y cuyo perfil puede distinguirse desde varios puntos de la isla.
Hay un parking muy cerca, desde donde se comienza el ascenso hasta Old Man of Storr. No es excesivamente exigente pero sí cuesta arriba, y te llevará más o menos una hora (a ritmo normal). Eso sí, una vez llegues al punto más alto, comprobarás que las vistas son simplemente alucinantes. Y seguro que te sorprenderá el tamaño de esta roca, que es mayor de lo que parece a simple vista en las fotos.
El descenso se hace por el mismo camino por el que se sube (cada tramo son unos 4 kilómetros, así que no olvides llevar agua e incluso algo de comer para reponer fuerzas).
Kilt Rock (Mealt Falls)
Estas cascadas que se lanzan al mar vertiginosamente desde unos acantilados de gran belleza, son uno de los grandes atractivos turísticos de la Isla. Skye tiene lugares mucho más impresionantes, pero igualmente se puede hacer una breve parada en este mirador y contemplarlas durante unos minutos. El entorno en sí lo merece.
The Quiraing
La Isla de Skye está llena de lugares de una belleza impresionante, y The Quiraing bien podría ser el primero en la lista. Un paisaje de suaves montañas verdes y formaciones rocosas que parecen sacados de una película épica, situado en la zona de Trotternish, a una media hora de Portree.
Ya solo desde el parking que hay a los pies de la ruta principal puedes hacerte una idea de lo que te rodea. Si te animás, lo mejor es hacer la ruta de senderismo completa, que cubre unos 7 kilómetros (un par de horas y media andando a buen ritmo).
El trekking tiene una dificultad media (hay zonas con poca visibilidad), pero merece totalmente la pena hacerlo para disfrutar de las que sin duda son las mejores vistas de la Isla de Skye. Si no te gusta caminar, con que dejes el coche en el parking y subas apenas unos metros, podrás contemplar una panorámica igualmente impactante.
Coral Beach
Antes de llegar a Dunvegan Castle encontramos la llamada Playa de Coral o Coral Beach, un lugar precioso donde debido a los sedimentos de coral, el agua aparece turquesa cual playa caribeña. Se encuentra en Claigan, a unos 10 minutos del castillo, y se puede combinar su visita con este último.
Para llegar hasta la playa hay un sendero de fácil acceso. El camino hasta la playa dura unos 20 minutos y no es excesivamente duro, se puede hacer sin problemas.
Dunvegan Castle
Un castillo de leyenda situado en un entorno natural fantástico rodeado de bosque y a los pies de un lago. Asociado al clan de los MacLeod desde hace varios siglos, la leyenda más famosa del Castillo de Dunvegan es la de la bandera de las hadas (Fairy Flag), un banderín sagrado con misteriosos poderes que éstas habrían entregado a la familia MacLeod para ayudarles a derrotar a sus enemigos.
Podrás visitar el castillo por dentro, perderte por sus jardines e incluso dar un paseo en barca por el lago.
Horario: todos los días de 10:00-17:30 horas (abril-octubre). El resto del año solo está abierto para grupos con reserva previa.
Precio: adultos 11 £; menores entre 5-15 años, 8 £; mayores de 60 años y estudiantes, 9 £ (esta entrada incluye el acceso al castillo y sus jardines).
Neist Point
Si seguimos avanzando por la costa desde el castillo, llegaremos a uno de los lugares de mayor riqueza natural en Skye: se trata de Nest Point, considerado el mejor punto de la isla para el avistamiento de ballenas, delfines y cormoranes. Además, cuenta con un faro que le confiere al conjunto una imagen idílica.
The Fairy Pools (las Piscinas de las Hadas)
Ya en el sur de la Isla de Skye encontraremos sus famosas piscinas de hadas, The Fairy Pools, compuestas por una serie de pequeñas cascadas escondidas entre la cordillera de los Cuillin.
A este lugar le pasa como Kilt Rock, es uno de los más visitados por los turistas que llegan a la isla, y aunque es muy bonito, recomendamos visitarlo solo si vas con tiempo de sobra, pues está algo más alejado de otros lugares de interés y no es tan sobrecogedor como, por ejemplo, The Quiraing.