La arquitectura redefine lo que significa viajar. Los hoteles, los edificios que se visitan y sin duda, la importante experiencia que un viajero tiene al llegar y permanecer en un aeropuerto puede hacer de nuestro viaje un infierno o un placer.
Tal es el caso del fabuloso aeropuerto de la pequeña ciudad de Mestia. Alta en las montañas del Cáucaso del norte de Georgia está ciudad construyó una pista y una torre de control muy particular por su diseño. El aeropuerto Queen Tamar de Mestia, que es el que se ve en la foto de inicio de la nota, a pesar de que fue construido en 2010 y fue hecho principalmente de vidrio, su forma cuadrada y las alas hacia el cielo se hacen eco de los edificios antiguos que lo rodean.
El propósito del aeropuerto no ha tenido tanto éxito como su diseño. Originalmente pensado para ayudar a promover Mestia como una estación de esquí, el aeropuerto Queen Tamar nunca recibió un código de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional debido al bajo número de pasajeros. Actualmente sólo una aerolínea local, Servisair, vuela un avión de 15 asientos cuatro veces a la semana.
Sin embargo, el Queen Tamar es sólo uno de los muchos aeropuertos únicos y hermosamente diseñados que figuran en el nuevo libro “El arte del aeropuerto: las terminales más bellas del mundo”, de Alexander Gutzmer, Laura Frommberg y Stefan Eiselin. El libro resalta aquellos aeropuertos donde los viajes han sido elevados de lo mundano a lo magnífico -incluso donde todavía es hipotético, como en el Spaceport America de Nuevo México, donde el número de pasajeros permanece en cero.
Aquí compartimos algunas imágenes de esos lugares: