Reabre al público el ex ZOO en formato ecoparque interactivo. La transformación, recién en su etapa inicial, empieza a verse en distintos espacios del predio, especialmente en las esculturas y en los edificios que forman parte del patrimonio histórico.
La mayor cantidad de animales de la colección estará en exhibición hasta que avance el proceso de traslado de cada uno de ellos. Desde su estatización, el 23 del mes pasado, fueron movilizados sólo cuatro lechuzones orejudos que están en la Reserva Ecológica de Costanera Sur, para atravesar una etapa de entrenamiento y rehabilitación antes de ser liberados.
Mejora de senderos, edificios y jaulas son algunas de las modificaciones que se estuvieron realizando durante las últimas semanas en el ex Zoo de Buenos Aires.
Uno de los cambios más notorios hasta el momento es que no se podrá alimentar a los animales. Para evitar la tentación de los visitantes de hacerlo de todos modos, fueron retirados los puestos ambulantes que estaban en el paseo y prohibido el acceso del público a las jaulas y recintos de algunos animales. Además sólo podrá ingresar al área un total de 2.000 personas por día.
Algunos animales, en cambio, dejarán de ser exhibidos al público, como los ejemplares que están en el recinto de los chimpancés, donde también se encuentra la orangutana Sandra. En ese espacio se colocó una reja para separarlos del paseo público y no estará abierto a los visitantes. Allí se seguirá trabajando para generar refugios internos y hasta no terminar esas obras, no se abrirá.
"Los melancólicos del zoo antiguo pueden ir despidiéndose porque el sábado van a encontrar un espacio en transformación, aún en una etapa inicial, con la inclusión de mucha tecnología", resumió el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andy Freire, que tiene a su cargo el proyecto de reconversión. "El cambio se produce con el razonamiento de siempre: los animales son lo más importante del ecoparque", agregó.
"Se está realizando una evaluación de la salud y estado de los animales para ver cuáles pueden ser trasladados a los santuarios"
Aquellos ejemplares que no puedan ser trasladados vivirán en el parque como la última generación de animales "exóticos": no se podrán reproducir y tampoco podrá ingresar ningún ejemplar de este tipo, salvo las especies autóctonas que necesiten rehabilitación.
Se espera que a futuro sea un espacio dedicado a la educación ambiental y un punto de encuentro para que las ONG puedan realizar proyectos vinculados a la conservación del medioambiente, entre otras cosas.