El Palacio Bosch o Palacio Bosch Alvear, es una lujosa residencia que es sede, desde 1929, de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina y es también el lugar donde vive el embajador.
Bosch volvió a la Argentina para ser canciller de Luis Sáenz Peña y para no extrañar la vida que había tenido en París, encargó el diseño del palacio al arquitecto René Sergent, los objetos y la decoración los hizo traer a la casa Carlhian y uno de los parques fue ideado por Charles Thays.
Afectados por la crisis económica, en 1929, debieron desprenderse del palacio, que fue adquirido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, transformándolo en embajada y residencia del embajador.
Cuentan que Bosch, a pesar de todo se negaba a venderlo y que el embajador de Estados Unidos, enamorado del palacio, insistía en comprarlo, obteniendo siempre la negativa del matrimonio. Entonces, el embajador insistió en la intención de compra, haciéndolo frente a muchos invitados en una reunión. Bosch, en broma, le dijo que sólo la vendería por una cifra enorme y desalentadora: tres millones de pesos.
Días después recibió el anuncio que el gobierno de los Estados Unidos pagaría ese monto, lo que lo obligó a cumplir con su promesa. Eran otros tiempos donde la palabra empeñada era sagrada.
Esta es la primera visita al país de un presidente de Estados Unidos en 19 años, arribando al paìs el 23 de marzo, luego de pasar por Cuba, según confirmó oficialmente la Casa Blanca en un comunicado.
El presidente Obama llegará acompañado por una comitiva de 800 personas, enfocado en reforzar las relaciones bilaterales y comerciales entre Argentina y Estados Unidos, y en su primera noche, se alojarà en este imponente palacio. Luego Obama viajará a Bariloche.
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