Los lugareños no tienen ninguna duda de que Cork es el mejor lugar del mundo. Una cosa que notarás en esta despreocupada ciudad cosmopolita del suroeste de Irlanda, es que inspira una devoción entre sus habitantes como ningún otro lugar.
Ocupando orgullosamente una isla en medio del río Lee, Cork es una animada colección de cafés de moda, vibrantes galerías de arte, museos singulares y pubs realmente maravillosos
A pesar de ser una ciudad, tendrás la sensación de estar en un pueblo: la vida es relajada y no hay demasiadas preocupaciones.
Agradablemente compacta, acogedora y con un mordaz sentido del humor, Cork hace las cosas a su manera, ya sea un festival de jazz o una cerveza artesanal.
Qué ver en Cork
Las visitas turísticas en Cork son muy relajadas. Con un centro urbano que se puede recorrer fácilmente a pie, llegar de un lugar a otro es más que sencillo.
La Prisión de Cork de 1824, de diseño similar a un castillo, albergó alguna vez a los prisioneros con rumbo a Australia, y sus exhibiciones reflejan la historia del edificio.
El campanario de la iglesia de Shandon (oficialmente la iglesia de Santa Ana) del siglo XVIII, sobre una colina, es un símbolo de la ciudad.
El Triskel Arts Centre lleva el arte a otro nivel, con un programa que abarca desde cine de arte y ensayo, hasta funciones íntimas dentro de una iglesia convertida en sala de conciertos.
Si buscás una experiencia única, en Cork la encontrarás: hacé sonar las campanas de la iglesia de Santa Ana, descubrí la inquietante historia de la cárcel de la ciudad de Cork, o recorré las aguas bajo los puentes de la ciudad en un tour urbano en kayak.
Salir por la ciudad
Cork es sinónimo de fantástica comida, y su fama es merecida: la calidad aquí es increíble. Entrá en el Mercado inglés y te verás sumergido en un paraíso de productos locales, con quesos artesanos, delicioso pescado ahumado, cremoso chocolate y animados puestos de comida.
Los sabores, la calidad y la innovación impulsan un vibrante mundo de restaurantes con favoritos como Café Paradiso y Farmgate Café, junto a fascinantes locales nuevos como Electric, Salt, Miyazaki y Elbow Lane.
Cerveza artesanal
Y si lo que te gusta es la cerveza artesanal, no podrías estar en mejor sitio. Además de los stouts locales como Murphy's y Beamish, no te pierdas las cervezas que se producen ahora mismo en Cork, como Eight Degrees Brewing, Rising Sons y Elbow Lane.
Para vivir una gran experiencia de cerveza artesana dirigete a la cervecería y pub Franciscan Well Brewery y probá una Blarney Blonde, Rebel Red o Shandon Stout. Deliciosas.
Más allá de la ciudad
De Cork a Cobh
Más allá de los límites de la ciudad encontrarás historias del Titanic, castillos épicos y hermosos pueblos junto al mar, todo a tiro de piedra. Una de las excursiones más populares para hacer en un día te lleva desde Cork a Cobh, una preciosa localidad con puerto y una historia agridulce.
Cobh
Cobh
Cobh fue el principal puerto de emigración irlandesa, pero además fue el último puerto de escala del Titanic. La historia se cuenta de forma magnífica en el Titanic Experience, en las antiguas oficinas de White Star Line.
Castillo de Blarney
En el castillo de Blarney, un bastión medieval a poca distancia en coche de la ciudad, encontrarás un lado totalmente distinto de la historia de Irlanda.
Hay mazmorras, jardines y cuevas, y podrás disfrutar de un paseo junto a un lago, además de la famosa piedra de Blarney: parece ser que si le das un beso, te regalará el don de la palabra.
Para seguir explorando la gastronomía del condado podés visitar Kinsale, famoso por su pescado y marisco. Podrás comer en el Fishy Fishy Café, pasear hasta el Fuerte Charles, del sigo XVII, o jugar una vuelta de golf en el impresionante campo de Old Head Golf Links.
