Arte Urbano en Japón: decorando las "manhoru"

Actualizado: 22 de julio de 2025

¿Cuándo fue la última vez que miraste hacia abajo mientras caminabas por la calle? La mayoría de nosotros vamos por la vida con la vista al frente, seducidos por el paisaje que gira a nuestro alrededor, perdiendonos uno de los secretos mejor guardados del arte urbano japonés.

Las alcantarillas en Japón, llamadas manhoru, son una bellísima expresión artística que muchas veces pasa desapercibida para el turista que camina ajeno al suelo que pisa. Pocas veces bajamos la vista para ver algo tan común como la tapa de una alcantarilla, ¿verdad? Pero en Japón, este objeto tan mundano se ha transformado en verdaderas obras de arte que decoran las calles con colores vivos y mil diseños diferentes, dependiendo de la ciudad o hasta del barrio donde nos encontremos.

Una revolución que nació en los años 80

Si bien el sistema de alcantarillado actual data, como tantas otras cosas en Japón, de la Restauración de Meiji, la decisión de adornar las tapas de alcantarillas con diseños visuales y atractivos es relativamente reciente: surgió en la década de los años 80. ¿Te imaginas el momento en que alguien decidió que algo tan funcional podía ser también hermoso?

Hoy, casi el 95% de las ciudades y pueblos de Japón tienen su propio diseño de alcantarilla, una imagen única que evoca la identidad cultural de la región, aspectos específicos de la flora y fauna local, puntos de interés especial o festivales tradicionales. Cada tapa cuenta una historia, cada diseño es una ventana a la esencia de un lugar.

Nace la "manhorumanía": cuando las alcantarillas se vuelven obsesión

Con la aceptación y popularización de estos diseños únicos llegó algo inesperado: la manhorumanía. Miles de japoneses y extranjeros se convirtieron en coleccionistas apasionados, dedicados a fotografiar las distintas tapas de alcantarillas que se pueden encontrar por todo el archipiélago japonés.

Este fenómeno cultural quedó documentado en el libro "Drainspotting" (en inglés), donde el fotógrafo y artista visual de Tokio, Remo Camerota, recopila una impresionante colección de fotografías de tapas de alcantarillas japonesas. Según el autor, es el primer libro que "documenta un aspecto completamente diferente de la cultura visual japonesa actual".

Un mosaico de identidades locales

Cada manhoru es un pequeño museo al aire libre. Aquí puedes ver desde las flores de cerezo de una región hasta los animales emblemáticos de otra, desde monumentos históricos hasta personajes de manga locales. Es como si cada ciudad hubiera decidido dejar su firma artística en el pavimento.

Más que decoración: un espejo de la sociedad japonesa

Lo que hace realmente especial a las manhoru japonesas no es solo su belleza, sino lo que representan. En una sociedad donde la perfección y el cuidado del detalle son valores fundamentales, estas alcantarillas reflejan una filosofía de vida: incluso lo más funcional puede ser hermoso.

Es como si cada ciudad hubiera decidido que sus habitantes merecen belleza incluso en los lugares más inesperados. ¿No es acaso esto una lección de cómo podríamos ver nuestro propio entorno urbano?

El arte que pisamos sin darnos cuenta

La próxima vez que camines por una calle, en cualquier parte del mundo, recuerda las manhoru japonesas. Tal vez te inspire a mirar hacia abajo de vez en cuando, a buscar belleza en los lugares más inesperados, a valorar el cuidado en los detalles más pequeños.

Porque al final, las alcantarillas japonesas nos enseñan algo fundamental: el arte no necesita museos para existir. Puede estar justo bajo nuestros pies, esperando a que bajemos la mirada y descubramos que la belleza está en todas partes, solo tenemos que estar dispuestos a verla.

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