Dubái es una de las ciudades-estado de los Emiratos Árabes Unidos. Ha emergido fuertemente en la última década como metrópolis cosmopolita, creciendo a paso firma hasta convertirse en uno de los centros culturales y de negocios más importantes de Medio Oriente.
En los últimos años, Dubái atrajo las miradas de todo el mundo gracias a sus innovadoras construcciones. La ciudad se ha vuelto famosa por sus enormes rascacielos y edificios de innumerables pisos, tal como el Burj Khalifa. Además, sus proyectos turísticos incluyen islas artificiales, hoteles de lujo y deslumbrantes centros comerciales que se llevan los primeros puestos a nivel mundial.
El gobierno de Dubái se rige por un sistema de monarquía constitucional, encabezado por el jeque Mohamed bin Rashid Al Maktum desde 2006. Existe la Municipalidad de Dubái, cuyos objetivos están orientados a la planificación urbana, los servicios a la ciudadanía y el mantenimiento de los servicios locales.
La mayor parte de la población que reside en el emirato es extranjera y proviene del resto del continente asiático. La economía tuvo un auge importante a partir del desarrollo de la industria petrolera en el país. Sin embargo, el petróleo no contribuye de manera importante en la generación de ingresos. Los sectores en los que se generan más ingresos son la construcción, el comercio, el entrepôt —también referido al comercio practicado en una zona franca— y los servicios financieros; el enfoque turístico también es destacable, en especial aquel destinado a las compras.
Dubái alberga varias construcciones notables como los hoteles de lujo Burj Al Arab y Burj Khalifa —el más alto del mundo, con 828 m de altura—, los puertos artificiales de Mina Rashid y Jebel Ali, y el conjunto habitacional de islas artificiales The World y The Palm Islands. La baja tasa de desempleo ha atraído a una gran cantidad de extranjeros a mudarse al emirato en búsqueda de mejores oportunidades laborales.
Sobre su cultura, está fuertemente influenciada por el islam y las sociedades árabe y beduina, lo cual queda reflejado en las normas de etiqueta y vestimenta, la literatura, la gastronomía y el arte.
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