Roma y el Vaticano amanecieron totalmente cubiertas de nieve bajo los efectos de la tormenta Burian que incluso ha provocado el cierre de escuelas y universidades en la capital italiana y ha afectado al Vaticano.
Hacía seis años que la capital italiana no registraba una nevada de tanta intensidad, que ha paralizado por completo una ciudad que no está acostumbrada a lidiar con los efectos de las bajas temperaturas.
“Yo llevo 25 años en Roma y había visto nevar tres veces, pero nunca de esta manera”, cuenta Maurizio, que ha dejado de ir a trabajar para disfrutar de la nieve delante del Colosseo.
La alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi, ordenó ayer el cierre de las escuelas públicas ante la dificultad de moverse por la nevada. Muchos colegios privados han decidido hacer lo mismo y las principales universidades, como La Sapienza, también han suspendido sus clases. Raggi ha vuelto a recibir críticas por estar de viaje oficial en México mientras la ciudad está bloqueada.
Los medios de transporte también han sufrido cambios en su funcionamiento. Únicamente se mantendrán activas las líneas de autobuses que garanticen los traslados a lo largo de las principales vías de la ciudad y equipados con neumáticos especiales para la nieve.
Hacía 6 años que no nevaba en Roma. La última vez fue en el año 2012, cuando la ciudad –como en esta ocasión– se vio sorprendida por el blanco y sufrió las consecuencias de otro temporal.