Parece una contradicción, ya que el senderismo es una actividad que normalmente no se incluye dentro de la categoría de deportes de riesgo. Uno lo asocia con caminar por la naturaleza por senderos bien marcados, y con mayor o menos dificultar dependiendo del terreno y el desnivel, pero no mucho más que eso.
Es más: es incluso visto como deporte fácil respecto a sus otros compañeros de actividades en la naturaleza: ciclismo de montaña, barranquismo, rafting, escalada… Pero la definición de “senderismo” es muy amplia, y por eso te mostramos las rutas más peligrosas del mundo, que pocos se atreven a encarar.
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Los 7 trekkings más peligrosos del mundo
Monte Hua Shan (China)
Está reconocida como la ruta más peligrosa del mundo, aunque según parece es más segura de lo que aparenta a primera vista. Tras subir por las “Escaleras Celestiales”, 999 escalones estrechos esculpidos en la roca, llegarás a un estrechísimo “sendero” hecho con tablones de madera que rodea la montaña.
Al llegar arriba podrás beber algo en la Casa de Té que hay en la cima.
Caminito del Rey (Málaga)
El famoso Caminito del Rey, en Málaga, está construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes y estuvo cerrado mucho tiempo. Ahora ha sido reparado y es un hermoso paseo a realizar. Es tan grande el entusiasmo que se ha informado que se realizan 1200 reservas por hora en el Camino del rey.
Huayna Picchu (Perú)
El camino que sube al Machu Picchu puede llegar a ser cansador pero no peligroso.
No sucede lo mismo con el sendero que va de la ciudad inca al Huayna Picchu. Conocido como Camino de la Muerte, incluye una escalera inca esculpida en la roca, que asciende más de 300 metros en poco más de kilómetro y medio.
El terreno es irregular, a veces hay desprendimientos, muchas zonas resbaladizas y otras en las que estás al borde de un precipicio. De cualquier manera, subir es fácil. La bajada es el reto real. Eso sí, tras haber contemplado el Machu Picchu desde arriba.
El camino del Inca
No tiene ni un kilómetro de largo, razón por la que muchos inocentes turistas deciden aventurarse por esta ruta. El sendero es peligroso de por sí, por un desfiladero estrecho con mucho riesgo de caída, y finaliza en unas empinadas escaleras de piedra.
Pero lo hace más peligroso la cantidad de gente que intenta hacerlo. Esto genera tener que hacer verdaderas acrobacias para cruzarse sin caer al vacío. Cada año hay bastantes accidentes.
Aokigahara (Japón)
También conocido como el Bosque de los Suicidas, el bosque, que se sitúa en la base del Monte Fuji, es el segundo lugar del mundo más popular a la hora de quitarse la vida.
¿Es también peligroso si no tienes intenciones de morir? Sí: es muy denso, lleno de rocas resbaladizas y raíces, y perderse es muy sencillo.
Sendero de Kokoda (Papúa Nueva Guinea)
Sus 96 kilómetros de longitud (60 en línea recta) han visto de todo. En 1942 se hizo famoso por ser escenario de una sangrienta batalla entre japoneses y australianos, y después estuvo varios años desierto. Hace unos años, no obstante, se volvió a poner de moda: lleva de Port Moresby al pueblo de Kokoda y sus peligros llegan por todas partes: zonas en las que el fango llega a los tobillos, raíces resbaladizas, cascadas inesperadas…
A todo eso se suma la posibilidad de contraer malaria, enfrentarse a temperaturas extremas (de calor de día y frío de noche), y lluvias copiosas por las tardes. El camino está siendo arreglado para atraer a más turistas, pero los peligros derivados del clima siguen ahí.
Travesía Drakensberg (Sudáfrica)
Se sabe que hasta 1985 esta travesía se cobró la vida de 55 personas. ¿Dejó de ser peligrosa después? No: simplemente, las autoridades dejaron de crear estadísticas. Esta ruta de 65 kilómetros a través del Parque Nacional de Natal empieza en su parte más peligrosa: con dos escaleras de cadenas.
Por ellas se sube a la cresta de las montañas, por donde discurre una ruta hecha a base de unir senderos hechos por animales, pastores y simples zonas de rocas. La belleza de las vistas, por supuesto, hace que sea un lugar bastante popular.
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