Este domingo aparecieron en las redes sociales una serie de videos en los que se veía a la policía española golpeando a enormes grupos de catalanes que asistían a votar a las urnas.
Se enfrentaron dos posturas: la de los catalanes que quieren independizarse de España a través de un referéndum y la del gobierno, que busca impedirlo, porque consideran que dividiría al país y porque estaría fuera de la ley
Lo que se vivió este fin de semana en esa región se podría decir que fue un acto de desobediencia civil masivo, al menos para el gobierno. Al final fueron casi 900 los heridos durante la jornada, según cifró la Generalitat (gobierno catalán), en medio de un tira y afloja en el que los mismos catalanes escondían las cajas con votos para evitar que la policía las requisara.
¿El resultado?
Según los organizadores habrían votado 2.262.424 personas, algo así como el 42% del padrón electoral. De ellos, el 90% se inclinó por el “sí” a la independencia de Cataluña como Estado, versus el 8% que votó que “no”.
¿Cuál es el origen?
Cataluña es un pueblo con tradiciones históricas que vienen desde la Edad Media, pero que es considerada como una región autónoma de España. Eso quiere decir que es una de las 17 comunidades españolas a las que se les garantizó la autonomía de su administración, por lo que tienen parlamento y gobierno propio, pudiendo elegir a su presidente cada cuatro años. Poseen legislación propia en la que pueden zanjar asuntos como de educación, salud, medioambiente, etc. Pero no pueden legislar sobre temas económicos (como el presupuesto) o de política exterior, ya que eso le corresponde al “Estado nacional”, la representación más amplia de la nación española.
Pero como sus leyes no pueden contradecir a las de la Constitución española, es precisamente por eso que no pueden llevar adelante su referéndum con todas las de la ley.
Con tanta historia, cultura y hasta con una lengua distinta que sigue estando muy presente, el sentimiento independentista catalán se ha mantenido vivo durante varias décadas
¿En qué se diferencian?
Basta con buscar un poquito para encontrar un montón de diferencias entre Cataluña y España en general. Quizás la más potente es que tienen otro idioma: el catalán.
Aunque también la mayoría habla español. De hecho, en 2013 el 39,6% de la población se comunicaba exclusivamente a través del español, mientras que el 26,7% lo hacía solo hablando catalán. ¿El resto? Un poquito de ambos, dependiendo del contexto, pero es importante destacar que hasta los canales de TV pública transmiten en catalán, y que las clases en los colegios públicos se imparten en ese idioma también.
Sabemos que aparejado al idioma siempre hay toda una identidad cultural muy potente, para cualquier comunidad, así que eso incluye costumbres e historia común
Pero eso no es todo, porque dentro de esta discusión la economía marca un rol fundamental.
Cataluña es la región autónoma con el mejor desempeño económico del país y es algo así como uno de los motores principales de España para hacer andar su economía
No por nada, aportan el 19% del PIB español, son responsables del 25% de las exportaciones al exterior y en 2015 fueron la segunda región que mayor inversión extranjera atrajo, después de Madrid. Además, tienen una tasa de desempleo más baja que media nacional y tienen un PIB percápita mayor al promedio del país.
Es por eso que tras la crisis financiera que ha afectado al país durante los últimos años, el eslogan “España nos roba” por parte de los catalanes, ha calado hondo en el movimiento independentista. El progreso económico de la región no se vive como tal por estar “sometidos” a un país con una billetera con problemas.
Como el fútbol no podía quedar fuera de esto y uno de los mejores clubes a nivel mundial es el Barcelona, que se originó precisamente en la región de Cataluña, después de las votaciones pudimos ver a Piqué llorando por lo ocurrido tras haber asistido a las urnas. En una entrevista, dejando entrever el conflicto que supone ser parte de la selección nacional, pero al mismo tiempo ser miembro de un club “catalán” y estar a favor del movimiento independentista, Piqué dijo:
“Si alguien cree que molesto o soy un problema, no tengo reparos en dar un paso al lado y dejar la selección”
Entonces, los catalanes comparten una lengua, una cultura y un territorio. En otras palabras: se consideran una nación -que no es lo mismo que un Estado-.
¿Qué dicen las partes?
Desde el gobierno nacional, el mandatario español Mariano Rajoy insistió en lo que dice la ley al manifestar que “el referéndum no ha existido. Se ha evitado con el fundamento de la ley, con el respaldo de los demócratas, la actuación de los tribunales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
El presidente catalán Carles Puigdemont pidió al mundo una mediación internacional para salir al paso de este conflicto.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, expresó su apoyo por las medidas adoptadas por Rajoy y “su apego a la unidad constitucional de España”.
Angela Merkel, la canciller de Alemania, hizo un llamado al diálogo.
¿Cómo sigue esto?
La verdad es que no se sabe con certeza lo que le depara a este asunto. El conflicto en la región continúa y pareciera que no existe una salida fácil. El Gobierno seguirá abogando por la unidad nacional, mientras que los catalanes seguirán adelante con su movimiento independentista que, según los expertos internacionales, ha agarrado aún más fuerza con todos estos incidentes (lo que no significa que deje de ser ilegal según lo que plantea la legislación española).
Se especula con estas posibles salidas:
-Independencia unilateral: sería una de las opciones más complicada y en pocas palabras significaría que Cataluña tomaría como válido su referéndum y declararía su independencia.
-Adiós autonomía catalana: si las cosas se ponen feas y Cataluña declara su independencia, el Gobierno español podría invocar el temido artículo 155 de la Constitución. Eso significaría levantar los beneficios de autonomía que posee la región y pasarían a aplicar la “ley española” a como de lugar. La vía de la fuerza es una opción en este camino.
-Mediación internacional: es una opción que se viene conversando principalmente desde las esferas de influencia catalana. Algo que no ve con muy buenos ojos la administración española, ya que si bien están “abiertos al diálogo”, preferirían hacerlo a una escala nacional.
-Adoptar el modelo vasco: el País Vasco es una de las comunidades autónomas de España, pero se podría decir que es “más autónoma” que las demás. Entre otras cosas, tiene una mayor capacidad para tomar decisiones de tipo financieras y hay quienes esperan que ese modelo se pueda aplicar a Cataluña.
Fuente: Rodolfo Westhoff para El Confidencial