Los bosques de araucarias o pehuenes que se suceden a lo largo de la Ruta del Pehuén, en la provincia argentina de Neuquén, deslumbran con sus formas, colores y aromas, en un paisaje surcado por arroyos, ríos y montañas que invitan al visitante a la aventura de realizar distintas actividades como rafting, kayak, trekking y cabalgatas, entre muchas otras.
El nombre de este recorrido neuquino se lo da el árbol insignia de la provincia. Integran este paseo las localidades cordilleranas de Copahue – Caviahue, Aluminé, Villa Pehuenia – Moquehue.
El Pehuén es el árbol emblema de la provincia ya que es el único lugar de Argentina donde crece. Es reconocido por su particular forma y por lo que representa para los pueblos que se formaron a su amparo. Esta especie puede tener más de 1000 años, alcanza los 50 metros de altura, y sus ramas, que semejan una sombrilla, crecen alejadas de la tierra, en lo más alto del tronco.
Allí las tribus formaban el "rehuen", el altar donde celebraban el "nguillatún", la ceremonia de rogativa a sus dioses.
Desde aquellos tiempos el pehuén aparece unido a los ritos mapuches. Su fruto, el piñón, alimentó a generaciones y aún es empleado en la cocina regional.
Los pehuenes petrificados de Argentina y Chile testimonian su origen prehistórico, y otros estudios confirmaron que fue la especie dominante del jurásico.
Los escasos bosques que aún perduran en la tierra -los de Neuquén, los de Nueva Zelanda y Australia, los de Noruega, los de la costa española de Cantabria y los de las islas canadienses Reina Carlota- provienen de aquellas exuberantes forestas.
La infraestructura en la zona está preparada para que en cualquier época del año lleguen los turistas, como confirmó el coordinador de la Ruta, Guillermo Cardone, quien destacó que "Aluminé, con una población de 15.000 habitantes, posee 800 plazas hoteleras; la capacidad de hospedaje en Cavihaue es de 2.000 camas, un poco más que el número de habitantes que son 1.800 vecinos; mientras que Villa Pehuenia tiene 2.500 camas y 2.800 vecinos".
Queda claro entonces que el gran protagonista de la zona es el Pehuén, que le otorga el nombre a la Ruta, un árbol milenario que da piñones comestibles y que con sus ramas en dirección al cielo son un espectáculo de extraordinaria belleza escénica.