Limitando con el desierto de Judea, el Mar Muerto, con una extensión de 650 km2, es una pequeña incisión geográfica entre Israel y Jordania. Actualmente los dos países se dividen su control. La región occidental está bajo dominio israelita y la parte oriental en Jordania.
Recibió el nombre de Yam HaMelach (Mar Salado) en hebreo, en realidad, es un enorme lago como los Grandes lagos de América del Norte, denominados “mar” por su increíble extensión.
Y no es porque sí que se apellida “Salado o Muerto”: es la tercera porción de agua más salada del mundo, compuesta por 10 veces más de sal que cualquier mar común. Solamente pierde con los lagos Don Juan (en la Antártida) y Assal (en Djibuti, África), en ese orden.
En muchos idiomas, entre los cuales está el español, se lo conoce como Mar Muerto debido al alto índice de salinidad, imposibilitando cualquier forma de vida en sus aguas. La sal dificulta la inmersión. La alta densidad que posee impide zambullirse “empujando” a los concurrentes hacia arriba.
Se flota involuntariamente, sin hacer el menor esfuerzo. Pero las diferencias no terminan ahí, sus playas están en la extensión más baja de la tierra: a 421 metros debajo del nivel del mar.
El camino que lleva a la región de Ein Gedi, desde Jerusalén, es una bajada muy sinuosa con un paisaje único y exótico. Es posible ver desde allí, comunidades beduinas con sus camellos “estacionados”.
Las aguas del Mar Muerto, al igual que su lodo son ricos en propiedades terapéuticas (cavando cerca de 20 centímetros en la arena, cualquier persona puede encontrar este lodo tan particular).
Por eso, en la región hay diversos spas y hoteles de lujo que ofrecen tratamientos para la piel, utilizando productos con materia-prima local.
Precauciones para los bañistas
La belleza de la región y las innumerables propiedades terapéuticas del Mar Muerto hacen de sus playas atrayentes invitaciones para el turismo. Así mismo, hay precauciones que todo turista debe tomar:
- En el borde de la playa, junto a la arena, hay muchos cascotes y pedazos de sal que pueden cortar los pies. Se recomienda el uso de sandalias más cerradas para protegerlos.
- Un baño en el Mar Muerto nunca pasa de unos pocos minutos. La picazón y ardor provocados por la gran cantidad de sal son insoportables, principalmente en partes del cuerpo donde hay cortes o en las mucosas. Por este motivo, no se recomienda afeitarse o depilarse antes de entrar en sus aguas.
- No es aconsejable hundir la cabeza en el agua y si la persona lo hiciera, no debe abrir los ojos. Frotarlos también puede provocar picazón y ardor.
- El agua del Mar Muerto, como la de cualquier otro mar, no es potable. Ingerirla puede acarrear graves consecuencias a la salud.